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Tercera noche de enfrentamientos entre la Policía y jóvenes católicos en Irlanda del Norte

  • Desde el domingo, más de 80 agentes han resultado heridos
  • Varios políticos analizarán la situación junto al jefe de la policía

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Continúan los disturbios en Belfast. Por tercer día consecutivo, decenas de jóvenes católicos se han vuelto a reunir provocando graves enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en el norte de la capital de Irlanda del Norte.

Al margen de las celebraciones protestantes anuales en el Ulster, la provincia británica que vivió  tres décadas de violencia política entre separatistas católicos, partidarios de la unión con la República de Irlanda, y lealistas protestantes, la historia parece repetirse.

El lugar de encuentro y la hora han sido los mismos que en los días anteriores: las calles del barrio de Ardoyne durante la madrugada. En este lugar, un centenar de agentes antidisturbios fueron atacados.

Afortunadamente, la policía norirlandesa (PSNI) ha confirmado que hoy no se han registrado heridos, al mismo tiempo que aseguró que están trabajando con los líderes comunitarios para poner fin a la violencia.

La orden de Orange

Con motivo de la devolución  a Belfast de las competencias de Justicia e Interior, los partidos  de la provincia británica habían acordado involucrar a la dos  comunidades enfrentadas para decidir conjuntamente las rutas de las  marchas protestantes.

No obstante, los planes presentados por los políticos, que entrarán en funcionamiento el próximo año, fueron rechazados la pasada  semana por la Orden de Orange, considerada por los católicos como una  organización profundamente sectaria.

Por su parte, durante este mes, cientos de miembros de la Orden han  marchado por las calles de la región para celebrar la victoria  del rey Guillermo de Orange sobre el monarca católico Jacobo II en 1690,  en la batalla del Boyne.

Hasta seis disparo de bala

No hubo heridos esta noche pero pudo haber muertos. Los jóvenes  exaltados han atacado a las fuerzas del orden con bombas  incendiarias, luces láser de alta potencia e incluso armas de fuego.

En las calles de la cpaital norirlandesa se llegaron a escuchar hasta  seis disparos de bala.

Desde el pasado domingo, más de 80 agentes de policía han resultado heridos  por los disturbios que han sacudido diferentes partes de la capital  norirlandesa y otras localidades de la provincia, que han coincidido con  las celebraciones protestantes del "Doce de Julio".

El problema de las marchas protestantes

Los políticos norirlandeses necesitan una solución inminente para acabar con los disturbios que comenzaron con las celebraciones protestantes del "Doce de Julio".  

Para empezar, este miércoles se celebrará una reunión entre el ministro principal norirlandés, el unionista Peter Robinson, y su  adjunto en el Gobierno, el republicano Martin McGuinness, con el jefe de la PSNI, Matt Baggott, para analizar la situación.

Este último ha confirmado que la violencia callejera ha  causado daños valorados en "millones de libras".

A todo ello el jefe aseguró que en los incidentes participaban chicos de apenas "ocho, nueve o diez años de edad", orquestados por los disidentes del inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA), opuestos al proceso de paz en la región.