Cada vez quedan menos especies sobre la Tierra
- Año tras año se extinguen varios miles de especies de animales y plantas
- Un estudio rebaja en varios órdenes de magnitud el número total de especies
- Cada especie que desaparece supone la pérdida de un tesoro irrecuperable
Según dicen los expertos, cada año podrían extinguirse varios miles de especies de animales y plantas. Muchas de ellas sin que, ni siquiera, hayan sido clasificadas. Por otra parte, el número total de especies es otro misterio: cientos de millones, decenas, millones o, según un último estudio, muchas menos.
Si excluimos a las bacterias, cuyo número total es complicado de calcular, las especies eucariotas caracterizadas y con nombre sobre la tierra podría rondar los 2 millones, siendo, la mitad de ellas, artrópodos; predominantemente insectos.
Un trabajo recientemente publicado en The American Naturalist, llevado a cabo por científicos de la Universidad de Melbourne, en Australia, rebaja hasta en varios órdenes de magnitud el número total de especies.
Para ello, lógicamente, no las han contado, si no que han utilizado modelos estadísticos utilizados en economía -de cálculos de riesgos financieros-, para evaluar la probabilidad de que las distintas estimaciones publicadas de especies fueran realistas.
El estudio se centró en los artrópodos como grupo más diverso. Concreta y prácticamente, en los escarabajos tropicales que habitan una única especie de árboles de Papúa Nueva Guinea.
Con varias aproximaciones, los autores llegaron a unas cifras en torno a los 3.5 y 2.5 millones de especies de artrópodos en su conjunto, con un intervalo de confianza de más del 90%. Lejos de las estimaciones anteriores de hasta 30 millones.
Ahora, con la extrapolación al resto del reino animal o vegetal, se insinúan unas cifras de unas 50.000 especies de mamíferos y 400.000 de plantas, entre las más significativas.
Eso sí, muchas de ellas siguen siendo desconocidas y, por supuesto, estos datos deberían concienciarnos ahora más que nunca, de que cada especie que desaparece de la tierra, perdemos un tesoro irrecuperable.