La 'fusión fría' liderada entre Cajastur y CAM, a punto de la ruptura
- Banco de España ha convocado una reunión para solucionar el problema
- El SIP incluía a Cajastur, Caja Extremadura, Caja Cantabria y CAM
- El FROB iba a aportar 1.500 millones en ayudas para la integración
La 'fusión fría'
Los mayores obstáculos para lograr la reestructuración del sistema financiero, centrada en las cajas de ahorros, están siendo los órganos de dirección de las entidades: los presidentes y consejeros, ya sean de las comunidades autónomas, de los ayuntamientos o de la Iglesia -como sucedía en Cajasur-, se resisten a ceder poder a la hora de afrontar las fusiones.
Para esquivar esas dificultades, el Banco de España ha diseñado un mecanismo denominado Sistema Institucional de Protección (SIP). Las entidades ponen en común los activos y el riesgo, creando un banco nuevo -que actúa como un holding-, al tiempo que cada caja puede mantener su propia identidad, es decir, su marca en su territorio, su consejo de administración y sus oficinas.
Una de las fusiones entre cajas de ahorro puede estar a punto de romperse. La fusión fría de Cajastur, Caja Mediterráneo (CAM), Caja Extremadura y Caja Cantabria debido al rechazo de la caja alicantina a delegar facultades en el consejero delegado de la nueva entidad.
Ante esta situación, el Banco de España ha convocado este viernes una reunión con los responsables de estas cajas para solucionar el problema.
Este jueves, tras la aprobación de los consejeros de las cuatro cajas de las condiciones del Sistema Institucional de Protección (SIP) para su fusión, era cuestión de horas que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) hiciera oficial la integración en una sola empresa de las cuatro entidades de ahorro.
Sin embargo, la notificación de la CAM a la CNMV incluía un matiz. Los alicantinos aceptaban todos los términos "excepto en lo que se refiere a la delegación de las facultades en el consejero delegado".
El cargo, al que se hace referencia, lo ocuparía Manuel Menéndez, máximo responsable de Cajastur, y la CAM justifica su decisión en que quiere que sea el Consejo de Administración el que administre la soberanía que cedan la cajas y no Menéndez, en quien ven una figura con atribuciones excesivas.
“Los contratos se aprueban o se rechazan en su integridad, pero no por partes“
Esta nueva condición ha irritado a Cajastur, la otra caja con más peso en la fusión fría, que ha señalado a través de un portavoz que "el contrato o se aprueba íntegramente o se rechaza".
La creación de la tercera caja del país al borde del fracaso
Aunque se trata en principio de un pequeño escollo, todo apunta a que la fusión esté abocada al fracaso, según la caja asturiana, ya que CAM incumple la "cláusula de integridad" y Cajastur no está dispuesta a permitir dicho cambio en el pacto anteriormente adquirido entre las entidades. Además, Cajastur y CAM son las entidades con mayor peso en la futura caja, con un 40% cada uno, con lo que se comportan como las piezas clave de este SIP.
Esta tensión entre Cajastur y CAM pone en peligro una unión que contaba con el visto bueno del Gobierno y la CNMV. De hecho, esta situación afecta también a los casi 1.500 millones de euros de ayuda, que a finales de junio, decidió conceder el Fondo para la Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para el desarrollo de la "fusión fría" de estas cuatro cajas.
La CAM, Grupo Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria decidieron el pasado 24 de mayo crear un SIP que dará lugar al tercer grupo financiero de cajas de España y el quinto grupo del sector financiero español, con un volumen de activos superior a los 135.000 millones de euros y un volumen de negocio en torno a 160.000 millones de euros.
El protocolo de integración se articula como una entidad con sede en Madrid. No obstante, cada caja mantendría su personalidad jurídica, sus órganos de gobierno y obra social independientes.