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Cameron entiende la "cólera" de EE.UU. pero advierte que necesita que BP sea "fuerte"

  • El 'premier' británico se ha reunido por primera vez con Obama en Washington
  • Dará a conocer más documentos sobre la liberación del terrorista de Lockerbie
  • Sin embargo, no investigará el papel de BP en su liberación

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David Cameron se opuso a la liberación del condenado por el atentado de Lockerbie

Reino Unido comprende la cólera de los estadounidenses por el vertido de crudo de BP en el Golfo de México, pero a ambos países les interesa que la petrolera sea compañía "fuerte".

Con estas palabras el primer ministro británico, David Cameron, ha tratado de navegar entre dos aguas en su primera visita a la Casa Blanca, donde se ha reunido con el presidente de EE.UU., Barack Obama, con el mayor desastre ecológico en la historia estadounidense como principal punto en la agenda.

Por eso, junto al gesto de comprensión, Cameron ha asegurado que ha pedido una revisión de los documentos sobre la liberación del terrorista del atentado de Lockerbie para conocer más a fondo cuál fue el papel de BP, pero ha negado que vaya a abrir una investigación sobre el asunto, tal y como han demandado algunos congresistas estadounidenses. 

En este sentido, ha recordado que la excarcelación "fue una decisión del Gobierno autónomo escocés, no de la petrolera" y ha pedido que no se confudan el asunto de BP con el de Lockerbie.

El asunto Megrahi

Camero ha hecho su primera visita a Washington como primer ministro en medio de un sentimiento de ira contra BP por el vertido del golfo con la presión interna de los pensionistas que tienen fondos en la compañía y con la de los inversores, conscientes de que el acoso de la primera potencia mundial a la petrolera puede hacer que se hunda.

Por eso, ha querido dejar claro que BP sigue siendo "fuerte" y capaz de pagar las compensaciones pendientes.

El primer ministro británico ha recordado que, como líder de la oposición,  en su momento pensó que la liberación de Al Megrahi fue "total y  absolutamente errónea". Añadió igualmente que fue condenado por "ser el  mayor asesino de masas en la historia británica".

"No vi ningún motivo para liberarlo de prisión y dije esto hace un  año, hace un año cuando se nos dijo a todos que sólo tenía dos meses de  vida",  ha añadidoen referencia a que Al Megrahi continúa vivo.   

Por su parte, Obama ha declarado que dará "la bienvenida" a cualquier nueva información que se dé a conocer sobre cómo se produjo la puesta en libertad de Al Megrahi, al que se devolvió a Libia porque supuestamente sufría un cáncer de próstata terminal.

Obama también se ha mostrado de acuerdo con el primer ministro en que "cuando contemos con todos los datos" sobre aquella decisión "quedará claro que es una decisión que nunca debió haberse tomado".

La compañía británica admitió la semana pasada haber presionado en 2007al Gobierno británico para que trasladase a Al Megrahi a Libia pero aseguró que no estaba implicada en ninguna conversación que implicase la liberación del terrorista.

'Relación especial'

En un artículo que publica este martes en el diario The Wall Street Journal,  Cameron ha defendido la "relación especial" entre los  dos países y asegura que "es sólida porque beneficia a los dos".

"Nuestra alianza no se sostiene sólo por nuestros lazos históricos o  por una lealtad ciega. Es una asociación que hemos elegido, que sirve a  nuestros intereses nacionales recíprocos", agregaba.

Por eso, ambos mandatarios han destacado otros temas donde hay más coincidencia también han estado en la agenda. Por ejemplo, Afganistán, la situación en Oriente Medio y la crisis económica global.

El Reino Unido, que ha sufrido ya más de 320 bajas en Afganistán, ha anunciado su retirada para 2014, un año antes de lo que estaba previsto.

Ambos líderes han alabado la "excelente relación" entre los dos países y se esforzaron en llamarse por sus nombres de pila, en una demostración de la buena sintonía personal.

El primer ministro británico terminará su visita a EE.UU. el miércoles en Nueva York, donde se reunirá con el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, y asistirá a la cena que le ofrece el alcalde de esa ciudad, Michael Bloomberg.