El Gobierno afgano asumirá el control del país en 2014 a cambio de gestionar el 50% de la ayuda
- La conferencia de donantes acuerda la reconciliación con los talibanes
- Éstos responde con ataques con misiles que obligaron a Ban a desviar su vuelo
Asumir toda la seguridad del país hasta 2014 -en agunas zonas incluso ya a finales de este año- a cambio de mayor gestión de la ayuda por parte del Gobierno afgano; mayor rendición de cuentas y lucha contra la corrupción por un apoyo sin fisuras al plan de reintegrar hasta a 36.000 insurgentes talibanes gracias al diálogo con sus líderes.
Con este intercambio de cartas han cerrado el gobierno afgano y los más de 70 representantes de los países donantes y organizaciones internacionales la mayor conferencia celebrada en Afganistán, que quiere diseñar su futuro de aquí a cuatro años.
Sin embargo, tras este optimista panorama pintado por líderes como Karzai, la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen o el de la ONU, Ban Ki-moon, está la cruda realidad de la violencia diaria en el país, reflejada en la propia llegada de Ban, cuyo avión ha tenido que desviarse del aeropuerto de Kabul a la base de Bagram tras un ataque con misiles de los insurgentes.
Ataque talibán
Y es que, a pesar del enorme despliegue de seguridad para la conferencia, la mayor en décadas que se celebra en Kabul, los insurgentes han conseguido lanzar hasta cinco misiles cerca del aeropuerto y el área diplomática sobre la media noche, aunque no provocaron heridos ni daños.
Más aún, esta conferencia se ha producido en medio de las dudas que provoca la ofensiva estadounidense contra el feudo de los talibanes de Kandahar; la negativa de éstos a negociar antes de que se marchen las tropas y con el pasado mes de junio como el más sangriento desde que se inició la invasión extranjera, en 2001.
Todos estos elementos se obvian en el comunicado final, que recoge el respaldo de la comunidad internacional al objetivo del presidente afgano, Hamid Karzai, de asumir la seguridad íntegra del país de aquí a 2014.
Karzai ha expresado su "determinación" de asumir la seguridad del país, que ahora está en manos de los 140.000 soldados extranjeros de la OTAN y Estados Unidos.
A cambio, el comunicado asegura que el gobierno afgano debería tener más responsabilidad en sus asuntos internos -incluyendo la seguridad-, de forma que asumiría la gestión de la mayoría de la ayuda internacional destina a Afganistán de aquí a dos años.
Comunicado final
"Los participantes han reiterado su firme apoyo al paso de al menos del 50% de la ayuda al desarrollo al presupuesto del Gobierno afgano", señala el acuerdo, en respuesta a la petición de Karzai, que se ha quejado de manera insistente en que la mayor parte del dinero comprometido no pasa por las autoridades afganas.
Desde el inicio de la intervención militar internacional en 2001 solo el 20% de los 40.000 millones de dólares prometidos han pasado por los canales gubernamentales, en parte por las reiteradas acusaciones de corrupción, ante las cuales Karzai ha querido dejar claro que mejorará la transparencia y la rendición de cuentas de su Gobierno.
La comunidad internacional también ha apoyado el "programa de reconciliación" con los talibanes iniciado por el presidente Karzai, que busca atraer a los rebeldes de rango inferior que combaten por dinero y no por ideología.
"Los participantes saludan y apoyan el principio del Programa por la paz y la reconciliación en Afganistán, que está abierto a todos los miembros afganos de la oposición armada que renuncien a la violencia y que no estén ligados a organizaciones terroristas internacionales", dice el comunicado.
En su intervención ante delegados de unos 70 países y organizaciones internacionales, Karzai ha detallado que Afganistán tiene comprometidos "suficientes recursos financieros" para los próximos tres años, pero ha advertido de que éstos "no darán los resultados deseados" si no se administran de forma centralizada.
Combatir la corrupción
El presidente ha agradecido que la comunidad internacional "en general, y EE.UU. en particular" se haya comprometido a "canalizar el 50% (de esos fondos) a través del presupuesto afgano en los próximos dos años".
A cambio, se ha comprometido a combatir la corrupción, mejorar la gobernanza y asumir el control de la seguridad en todo el territorio afgano para 2014.
"La llave para la sostenibilidad (de Afganistán) es la transición a un liderazgo y una propiedad afganos", ha declarado a los delegados.
El presidente les ha recordado que Afganistán es una "nación potencialmente rica" y les ha expuesto su "visión" del país como "punto pacífico de encuentro de civilizaciones".
A su discurso siguieron los del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y la secretaria norteamericana de Estado, Hillary Clinton, quien ha valorado la estrategia "global" diseñada por Karzai y los "planes detallados, prácticos" propuestos por el presidente afgano.
Clinton valora los "pasos positivos" hacia la paz
Clinton ha apreciado también un compromiso de "rendir cuentas" por parte del Ejecutivo afgano y se ha sumado al "proceso de Kabul" que se abre con la Conferencia, pero también le ha recordado a Karzai el "sentido de urgencia" que va implícito en la fecha de comienzo de la retirada de tropas estadounidenses, en julio de 2011.
La secretaria norteamericana, si bien ha observado los "pasos positivos" que se han dado desde la celebración de la "jirga de la paz" de junio en Kabul, ha añadido que el progreso del plan de reconciliación de Karzai "depende de que los insurgentes deseen ser reintegrados".
Y ha demandado al Ejecutivo afgano que los derechos de las mujeres, las minorías y la sociedad civil afganos "no sean sacrificados" en aras de la reinserción de los talibanes.
"El mundo está con Afganistán", ha subrayado Clinton, para reafirmar que su país no tiene "intención de abandonar su misión de largo plazo" en este país.