Los españoles de la Flotilla enviarán dos barcos con ayuda a Gaza para romper el bloqueo
- Los activistas han presentado una querella en la Audiencia Nacional
- Israel ha calificado la actuación de "provocación"
Los activistas españoles presentes en la Flotilla de la Libertad han anunciado este viernes que planean enviar dos barcos con bandera española con ayuda humanitaria a la Franja de Gaza.
Lo harán en el marco de una nueva campaña denominada "Rumbo a Gaza" con la que tratarán de sortear el embargo al que está sometido este territorio palestino.
Así lo ha comunicado Manuel Tapial, miembro de la Asociación Cultura, Paz y Solidaridad, junto a Laura Arau y David Segarra, tras presentar una querella en la Audiencia Nacional contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, otros seis miembros de su Gobierno y un alto cargo militar.
La querella les acusa de delitos de lesa humanidad cometidos el pasado 31 de mayo, en el asalto contra el convoy humanitario en aguas internacionales que acabó con la vida de nueve activistas y una decena de heridos.
Tapial ha explicado también que quieren "seguir trabajando en la solidaridad con el pueblo palestino" y por ello están organizando la nueva campaña, que "pretende sacar dos barcos con bandera española en dirección a Gaza".
No obstante, ha expresado su esperanza en que estos buques no tengan que zarpar "porque para cuando eso sea posible, se haya caído el embargo y la población de Gaza pueda transitar libremente y pueda ejercer la soberanía sobre su territorio".
Crítica a la inacción del Gobierno español
El cooperante ha querido agradecer, también, el apoyo que les ha brindado la sociedad y se ha mostrado convencido de que las realidades las cambia la sociedad civil. "Ni son los líderes, ni son los gobiernos", ha afirmado.
De hecho, ha lamentado las "no actuaciones" del Gobierno español en este asunto. Algo que ha calificado de "grave", al considerar que hay tres ciudadanos españoles que han sido víctimas de un ataque en aguas internacionales, lo que "daba pie más que de sobra para que el Estado hubiera intervenido de oficio", ha declarado.
Uno de los abogados que ha participado en la redacción de la querella, Enrique Santiago, ha denunciado que las personas que viajaban a bordo de los barcos de la flotilla, tanto el personal civil, como el humanitario, como los periodistas y los tres activistas españoles, estaban "internacionalmente protegidas" y, en cambio, fueron objeto de un asalto violento con implicación desproporcionada de la fuerza, con ejecuciones extrajudiciales y con torturas.
Delitos que, además, ha insistido, se realizaron en el contexto de los "crímenes de lesa humanidad y de guerra que se están realizando contra la población de los territorios palestinos ocupados".
Santiago ha explicado que en un principio la querella, la primera que se presenta en toda Europa, se ha presentado contra siete ministros del Gobierno israelí y un alto mando militar, pero no ha descartado que más adelante, a la vista de la investigación se amplíe contra todas aquellas personas que hayan tenido responsabilidad en la puesta en marcha de este plan militar en la ejecución de gravísimos delitos.
Israel responde
La respuesta de Israel no se ha hecho esperar y ha calificado como una "provocación" la presentación en España de la querella contra su liderazgo por el asalto a la Flotilla de la Libertad.
"El derecho de Israel actuó y sigue actuando conforme al derecho internacional. Esta querella no es más que la continuación de la provocación de la flotilla", ha expresado el portavoz oficial del Ministerio israelí de Relaciones Exteriores, Igal Palmor.
Palmor ha afirmado que a los miembros de la flotilla no les importaba nada la verdadera ayuda humanitaria, sino que sólo la utilizaron como pretexto para una provocación violenta.
En la misma línea, el portavoz diplomático israelí aseguró que los querellantes "son indiferentes a la ley y el derecho, que sólo utilizan para conseguir su campaña de propaganda contra Israel.
"Hay que destacar que Israel ha ceado una comisión de investigación con observadores internacionales, y hay que esperar a que esa comisión ofrezca sus resultados, ha concluido.