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Millet y Montull desviaron 35,1 millones de euros del Palau, según la auditoría definitiva

  • Se han podido recuperar 8,3 millones de euros
  • Se cumple un  año de la entrada y el registro de los Mossos en el Palau

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La nueva dirección del Palau de la Música cifra en más de 35 millones de euros el presunto desfalco

Fèlix Millet y Jordi Montull desviaron 35,1 millones de euros del Palau de la Música, de los que 8,3 millones ya han podido ser recuperados, según desvela la auditoría definitiva elaborada por Deloitte por encargo de los actuales responsables de la institución.

En concreto, la auditoría, presentada en rueda de prensa por los actuales rectores del Palau, detalla que de todo el dinero desviado por Millet y Montull, 17,5 corresponden a la Fundació Palau de la Música, 13 al Orfeó Català y 4,6 al Consorcio -del que forman parte el Ministerio de Cultura, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona-.

Se trata de la tercera auditoría elaborada por la mencionada empresa. En la primera, publicada en noviembre de 2009, se hablaba de un fraude de más de 23 millones de euros; mientras que en la segunda, entregada en febrero de este año, ya se apuntaba a que la cifra superaba los 31 millones.

La auditoría definitiva de Deloitte ha sido dada a conocer este viernes, justo en el día en el que se cumple el primer aniversario de la entrada y registro de los Mossos d'Esquadra en el Palau de la Música, lo que destapó un expolio que desde entonces ha tenido en vilo a la política y sociedad catalanas.

La cifra podría ser aún mayor

El director del Consorcio, Joan Llinares, ha advertido de que la cifra final del expolio podría ser superior, porque pese a que se trata de la auditoría definitiva, se han encontrado con varias "limitaciones" a la hora de chequear la sangría sufrida en la última década. "Es el informe que hemos podido hacer", ha precisado Llinares.

Como ejemplo de estas limitaciones, ha apuntado que han tenido acceso "parcial" a los documentos incautados por los Mossos d'Esquadra, que ya están en manos de los peritos judiciales -que presentarán su informe final en principio antes de acabar este mes de julio-, o que desconocen los archivos que Millet y Montull pudieron ocultar desde que se destapó el escándalo y la entrada de la nueva dirección.

Por ello, su principal fuente de información han sido los archivos hallados -que estaban desorganizados-, y la información que les han facilitado bancos y cajas, si bien una entidad bancaria, Banesto, se resiste a colaborar pese a tener un mandato judicial, ha indicado Llinares.

Seís vías diferentes para desviar más de 35 millones

La auditoría detalla las seis vías distintas que Millet y Montull utilizaron para desviar fondos del Palau, a través de transacciones irregulares entre las entidades de la institución, salidas irregulares de efectivo, pagos por servicios que no se realizaban o retribuciones sin justificación.

En concreto, según los datos de la auditoría, Millet y Montull lograron "volatizar" -en palabras de Llinares- 16,9 millones de euros con transacciones falsas entre el Orfeó, la Fundación o el Consorcio: sacaban fondos de una de estas entidades para ingresarla en otra pero el dinero desaparecía en el camino.

Con este sistema, lograron orillar 11,2 millones de la Fundació, 2,9 millones del Consorcio y 2,8 millones del Orfeó. También lograron desviar 9,3 millones de euros con salidas irregulares de efectivo, a través de cheques al portador, especialmente del Orfeó (8,9 millones), pero también de la Fundación (0,3 millones).

La tercera vía, con la que Millet y Montull lograron distraer 1,2 millones de euros (0,4 del Orfeó y 0,8 de la Fundació), fue a través de transacciones comerciales irregulares con sociedades vinculadas directamente a ellos, que cobraban al Palau "servicios imaginarios" que luego no se llevaban a cabo.

Los saqueadores confesos del Palau también lograron desviar 1,1 millones de euros (0,1 del Orfeó y 0,9 de la Fundación) a través de facturas falsas, ya que emitían pagos a empresas existentes por unos servicios que nunca se llevaron a cabo en el Palau de la Música y que sirvieron para pagar obras en sus casas u otros servicios que aún se están investigando.

A estas empresas que cobraron "facturas ficticias", según Llinares, se les ha exigido que justifiquen los gastos, aunque muchas de ellas -especialmente algunas que también trabajaban para CDC- como Letter Grafic, New Letter o Hispat, no han respondido a su petición, por lo que se ha recurrido a la vía judicial.

Los responsables del expolio también lograron desviar 0,8 millones para gastos de carácter personal, facturando al Palau gastos familiares, viajes, la boda de la hija de Millet en el edificio modernista, así como facturas de tintorería o multas de tráfico, entre otras.

El millón de euros restante del agujero contable que Millet y Montull dejaron en el Palau lo lograron distraer de la Fundación adjudicándose el pago de 'bonus' por su gestión en virtud de un artículo inexistente de los Estatutos -ahora reformados- de la institución.