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Un millar de personas de personas homenajean al etarra Jon Anza en un acto sin prensa

  • La organización no ha permitido la presencia de los medios de  comunicación
  • Anza murió en el sur de Francia y su cadáver se  encontró un año después
  • La autopsia determinó que el  fallecimiento se produjo por causas naturales

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Alrededor de un millar de personas han asistido este sábado en Ciboure (Francia) a un homenaje al fallecido etarra Jon Anza, cuya familia ha sido recibida con gritos a favor de la organización terrorista antes de celebrarse un acto político del que fue excluida la prensa.

El homenaje se ha celebrado en la plaza de Ciboure, una localidad vascofrancesa próxima a San Juan de Luz, donde el viernes se veló a Anza, cuyos restos mortales fueron entregados a la familia después de permanecer más de un año en el depósito de un hospital de Toulouse.

Anza desapareció en el sur de Francia el 18 de abril de 2009 y su cadáver fue encontrado el pasado 12 de marzo en el depósito de un hospital de Toulouse, ciudad a la que se dirigía para encontrarse con otros miembros de ETA.

La investigación abierta por la Fiscalía de Bayona determinó que murió por causas naturales, derivadas de la grave enfermedad que padecía.

Sin medios de comunicación

La izquierda abertzale informó el viernes a los periodistas de que no permitiría la presencia de medios de comunicación en el acto de homenaje, aunque sí se podrían tomar imágenes del inicio, el momento en el que la familia de Anza llegó a la plaza.

Los organizadores remitieron un "protocolo" con instrucciones precisas sobre dónde debían ubicarse los periodistas y en qué momento debían abandonar el lugar, con el argumento de que la familia deseaba que se "respetara su intimidad".

Los allegados del etarra fallecido han llegado al estrado portando una fotografía de Jon Anza a través de un arco formado por decenas de ikurriñas con crespones, mientras que los militantes de la izquierda abertzale han gritado vivas a ETA y consignas en euskera como "el pueblo no perdonará".

A partir de ese momento, la organización ha requerido a los periodistas que abandonaran la plaza, en cuyo entorno no se apreciaba presencia policial alguna.

La izquierda abertzale cree que fue "torturado y asesinado"

Minutos antes del comienzo del homenaje, la dirigente vascofrancesa Maite Goienetxe, integrante de la última Mesa Nacional de Batasuna elegida en 2006, ha leído una declaración a los medios de comunicación, acompañada por el histórico militante Tasio Erkizia y la portavoz habitual de la izquierda abertzale Miren Legorburu.

Tras agradecer a Anza "haber dado todo por Euskal Herria", Goienetxe ha asegurado que el etarra fue "secuestrado, torturado y asesinado" por las "fuerzas armadas españolas y francesas", de lo que ha responsabilizado al ministro del Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba,  y a la ministra de Justicia de Francia, Michèle Alliot-Marie.

Los organizadores han facilitado un comunicado con un resumen del texto que un representante de la izquierda abertzale leería durante el homenaje, en el que se anima a los presentes a continuar con la estrategia decidida en el proceso de debate interno de la antigua Batasuna, que apostó por la acumulación de fuerzas soberanistas y por el empleo de vías exclusivamente políticas.

En esta línea, han recordado una frase del histórico militante de ETA José Miguel Beñarán Ordeñana "Argala": "Ni ETA, ni Herri Batasuna, ni ningún otro resolverán los problemas de Euskal Herria, el propio pueblo los tendrá que solucionar".