Castro guarda silencio en el Día de la Rebeldía
- Siempre había intervenido en este acto desde que es presidente
- Se esperaba a Fidel, que no ha acudido tras aparecer vestido de verde
- No se han hecho anuncios económicos, ante la mala situación
Un llamativo silencio del presidente de Cuba, Raúl Castro, ha marcado este lunes la celebración del Día de la Rebeldía Nacional, en el que las expectativas sobre la presencia de Fidel -al que este sábado se pudo ver vestido de nuevo de verde miltar- y los posible anuncios sobre reformas estructurales en el país caribeño se han visto frustrados.
El general Raúl Castro, vestido de uniforme militar, ha acudido a la ciudad central de Santa Clara para encabezar una nueva edición del 26 de julio, fecha clave en el calendario revolucionario cubano que conmemora el fallido asalto liderado por Fidel Castro contra el cuartel de Moncada.
Es la primera desde que comenzara su presidencia -que asumió de forma interina en 2006 por la enfermedad de Fidel Castro y definitivamente en 2008-, que Raúl Castro no toma la palabra en este acto, después de que lo hiciera en los actos del 26 de julio celebrados en 2007, 2008 y 2009.
Como ha ocurrido en años pasados, el discurso del presidente de Cuba se esperaba con expectación ante la posibilidad de que anunciara reformas estructurales para aliviar la crítica situación económica del país.
Sorprendentemente, Raúl Castro no se dirigió en esta ocasión a sus compatriotas y se limitó a entregar diplomas de reconocimiento a representantes de distintas provincias.
Tras su mutismo en el 26 de julio de este año, ahora las expectativas sobre esos anuncios se centran en la reunión de la Asamblea Nacional del próximo domingo 1 de agosto -la primera de las dos que el parlamento cubano celebra al año-, donde está previsto analizar la liquidación del presupuesto de 2009, entre otros asuntos económicos y administrativos.
Ha sido el vicepresidente primero de Cuba, José Ramón Machado Ventura, el encargado de pronunciar las palabras centrales del acto, en las que ha intentado justificar la situación con el argumento de que el orador iba a ser el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
En el discurso de este lunes, Machado Ventura ha vuelto a insistir en los mensajes sobre la prioridad que tiene la "batalla económica" para superar la situación de crisis, así como en la necesidad de ahorro, y de reducir gastos y de racionalizar fuerzas y recursos.
“Si hay cambios serán bajo los ideales de la revolución“
Pero también ha resaltado que Cuba continuará tomando decisiones para superar las "deficiencias" del país a su ritmo, sin "improvisaciones", sin "soluciones populistas" y sin conducirse "por campañas de la prensa extranjera" y siempre "bajo los ideales de la revolución cubana".
Además, ha explicado que el Partido Comunista Cubano ha decidido dedicar este 26 de julio de 2010 al aniversario del natalicio de Simón Bolívar y al bicentenario de las independencias americanas.
Sin embargo, Chávez suspendió el domingo su visita a Cuba "ante la posibilidad de una agresión armada desde Colombia".
Sin noticias de Fidel
Así, los cubanos se han quedado sin discurso de su presidente, sin la presencia de Chávez y también sin la de Fidel Castro, al que muchos esperaban en Santa Clara después de verle vestido con camisa verde olivo el pasado sábado, aunque oficialmente no se había informado de esta posibilidad.
A Fidel Castro se ha referido en su discurso el vicepresidente Machado Ventura para destacar que su "visible recuperación" ha sido motivo de "profunda alegría para los cubanos". "Está presente y combatiendo en este día que tanto significa para él y para todos nosotros", ha asegurado.
“90.000 personas se dan cita en las celebraciones“
Unas 90.000 personas, según medios oficiales, asistieron en Santa Clara al acto central del 26 de julio. En esa fecha en el año 1953 Fidel Castro, entonces un joven abogado, encabezó una fallida acción armada contra el dictador Fulgencio Batista con el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, dando inicio al proceso que concluyó el 1 de enero de 1959 con el triunfo de la revolución y su ascenso al poder.