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Fitch rebaja la nota de Caja España a BBB-, un escalón por encima del bono basura

  • Su exposición al sector inmobiliario es del 31% del total del crédito
  • La agencia ve un entorno de futuro "díficil" para la caja

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CUATRO UNIONES DE CAJAS SUSPENDEN LOS TEST DE SOLVENCIA A LA BANCA
El Grupo Espiga (Caja Duero y Caja España) es uno de los que suspende las pruebas de solvencia.

Las agencias de calificación

La nomenclatura varía de una agencia a otra, aunque coinciden en que la triple AAA es el símbolo de los mejores productos, aquellos con los que el inversor tiene la plena seguridad de que recuperará su inversión.

Si las agencias consideran que hay riesgo de que el emisor no pague, la nota se rebaja: AA, A, BBB, BB, B, CCC... hasta la D (con múltiples escalones intermedios, indicados por los símbolos + y -). El límite crítico lo marca la nota BBB: por debajo de esa nota, se considera que se trata de un producto especulativo, es decir, bonos basura.

Fitch ha recortado el rating asignado a Caja España desde BBB+  hasta BBB-, lo que supone situarlo un escalón por encima del bono basura, por la debilidad financiera y de su perfil de riesgo, según ha informado la agencia de calificación crediticia.

La calidad de activos y rentabilidad de Caja España, inmersa en una fusión con Caja Duero, se ha visto presionada por la debilidad de la economía española y el declive del sector inmobiliario, en el que la entidad registra una elevada exposición, del 31% del total de crédito.

En la rebaja de la calificación puede haber influido el suspenso que ha cosechado el grupo Espiga, que auna a Caja España y Caja Duero, en las pruebas de estrés de la banca europea publicadas el viernes.

"Díficil" entorno operativo

Fitch considera que el entorno operativo en el que se desenvolverá la caja en el futuro seguirá siendo difícil, sobre todo por las limitadas expectativas de crecimiento de la economía española y el potencial deterioro de activos.

Además, la dura competitividad en el sector financiero español en cuanto a la captación de recursos de la clientela con depósitos de alta remuneración y las desafiantes condiciones de financiación mayorista en España podría pesar en la rentabilidad y la liquidez de la banca española.