Canarias fue la primera comunidad en prohibir los toros en 1991
- Se incluye dentro de la Ley canaria de Protección de Animales
- En el archipiélago sí se permiten las peleas de gallos
- El promotor de la norma fue Miguel Cabrera (PP)
Canarias fue la primera Comunidad Autónoma en prohibir las corridas de toros. La Ley canaria de Protección de Animales, aprobada en 1991, descartó los espectáculos sangrientos con animales, entre ellos las corridas de toros, si bien aún están permitidas las peleas de gallos.
Miguel Cabrera Pérez Camacho, diputado del PP, que fue el promotor de esta iniciativa cuando era parlamentario de las Agrupaciones Independientes de Canarias (AIC), ha asegurado a EFE que cuando se aprobó esta ley hacía diez u once años que en el archipiélago no se celebraban corridas de toros, por lo que no era una tradición arraigada en las islas.
Sobreviven las peleas de gallos
El objetivo de esta iniciativa, ha explicado Cabrera, era prohibir preferentemente las riñas de gallo, que sí estaban arraigadas en diferentes puntos de las islas, pero con respecto a ésta sólo se lograron restricciones.
Las que sí que se prohibieron totalmente fueron las peleas de perros, el tiro al pichón y las corridas de toros.
Una de las pocas plazas de toros que existían en Canarias estaba situada en Santa Cruz de Tenerife, aunque en 1983 se dejó de utilizar para este fin y se convirtió en lugar de conciertos, de celebración de actividades infantiles, actos del Carnaval o de ubicación de terrazas de verano.
En el nuevo Plan General de Ordenación Urbana de la capital tinerfeña, pendiente de aprobación, la plaza de toros tendrá un nuevo uso urbanístico.
Cataluña puede seguir sus pasos
Cataluña decidirá este miércoles si se suma a Canarias y se convierte en la segunda autonomía en la que se no se permiten las corridas de toros. Será entonces cuando el Parlamento de la comunidad vote la Iniciativa Legistativa Popular (ILP) que solicita la prohibición de la Fiesta Nacional.
El Partido Socialista de Cataluña (PSC) y CiU han dado libertad de voto a sus diputados. Así que la decisión final está ahora en la mano de estos 85 parlamentarios, ya que el resto tienen una posición fijada: los diputados de ERC y Iniciativa per Cataluña votarán a favor de la prohibición y los del PP y Ciutadans, en contra.