Los inversores extranjeros controlan ya el 40% de las cotizadas españolas, un nuevo récord
- La inversión extranjera ha crecido 7,5 puntos desde 2006
- Las familias abandonan los depósitos y vuelven a la Bolsa
Los inversores extranjeros continúan aumentando su participación en el mercado bursátil español y ya son propietarios del 40% del valor de las compañías cotizadas españolas lo que supone un nuevo récord histórico.
El último informe publicado por el Servicio de Estudios de Bolsas y Mercados Españoles (BME) sobre la estructura de la propiedad de las acciones en 2009 señala que la inversión extranjera se ha situado 7,5 puntos por encima del nivel que la estructura accionarial de las cotizadas presentaba al cierre de 2006.
Desde 1992, año en que se realiza esta estadística, la participación de no residentes siempre ha estado por encima del 30%, "fiel reflejo de dos décadas de un intenso proceso de integración de la economía española en el ámbito internacional y de la confianza de los inversores extranjeros", destaca BME.
Menos participación extranjera en la banca
La reducción de la cuota del sector financiero bancario español en el accionariado de las cotizadas, impulsada por desinversiones netas orientadas a la creciente búsqueda de liquidez y el previsible aumento de las necesidades de capital, ha sido aprovechada por los inversores extranjeros para aumentar su participación en las cotizadas españolas.
El valor conjunto de la participación en acciones españolas cotizadas del sector financiero, que incluye bancos, cajas, fondos de inversión y pensiones y aseguradoras, se sitúa por debajo del 13%, esto es, cinco puntos menos que al cierre del año 2007 y diez menos que su nivel máximo, alcanzado en 1997.
La reducción más acusada de la participación relativa se produce en los bancos y cajas de ahorros, que desde un porcentaje del 9,4% al cierre de 2007 pierden más de 4 puntos en los años 2008 y 2009.
Las familias vuelven a la renta variable
También cabe destacar el comportamiento del sector familias, que en 2009 gana casi un punto porcentual respecto al año anterior y se sitúa en el 21,1%.
Tras la significativa corrección experimentada por la participación de los inversores individuales durante la crisis, el pasado ejercicio marca un punto de inflexión significativo y comienza a percibirse una orientación del creciente volumen de ahorro financiero acumulado por las familias hacia activos distintos a los depósitos, en este caso hacia la inversión directa en renta variable.
Los inversores también confían en la deuda soberana de España. El Tesoro acaba de colocar 3.400 millones en letras a tres y seis meses.