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Dymosvsky o el único policía que se atrevió a desafiar al Kremlin

  • Subió dos videos a YouTube dirigidos al primer ministro Vladimir Putin
  • Denunciaba la corrupción endémica entre las fuerzas de seguridad

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Llegó un día en el que un oficial de policía de un remoto pueblo de Rusia decidió hablar de tú a tú al mismísimo primer ministro y ex presidente ruso, Vladimir Putin. Fue en noviembre de 2009. El joven grabó dos videos de 13 minutos, los subió a YouTube y, desde entonces, le han salido múltiples imitadores con ganas de desafiar al régimen.

"¿Cómo puede un policía aceptar sobornos?, ¿comprende hacia dónde se dirige nuestra sociedad?", se preguntaba Aleksei Dymovsky. "Usted habla de reducir la corrupción, pero yo le dije a mi jefe que la policía era corrupta y me dijo que no se podía hacer nada".

Estas palabras no pasaron desapercibidas para los más de dos millones de usuarios de Internet que han visto los videos. Pero tampoco para el Kremlin.

Dymovsky, de 32 años, fue despedido de inmediato de la comisaría de policía de Novorossiysk, un puerto del Mar Negro, a 750 kilómetros al sur de Moscú. La policía irrumpió en su casa y le interrogó, así como a su círculo más cercano. Su esposa, que estaba a punto de dar a luz por aquel entonces, denunció que los investigadores trataron de dejar drogas en su casa para inculparle, tal y como recoge el diario New York Times en un reportaje.

La 'Ley Dymovsky'

Tras seis semanas en prisión acusado de abuso de autoridad y de haber malversado unos 800 dólares del departamento en gastos menores durante varios años, las autoridades retiraron los cargos y el ya ex oficial de policía salió en libertad en febrero de este año.

El Gobierno creyó que con el castigo ejemplar a Dymovsky iba a poder parar nuevos intentos de desacreditar al régimen, que ostenta los primeros puestos en los ránkings de economías más corruptas según las organizaciones internacionales. Sin embargo, el engranaje puesto en marcha por el ex oficial de policía era difícil de parar.

Ciudadanos rusos han decidido escapar de la censura gubernamental, utilizando Internet como medio para denunciar las malas prácticas del Gobierno.

La tendencia ha llegado a ser tan popular que el Parlamento ruso ha aprobado un endurecimiento de las penas para los funcionarios que critiquen a sus superiores. Es la llamada 'Ley Dymovsky'.

Sistema de corrupción endémico

En Novorossiysk, la ciudad del ex policía, una activista de derechos humanos llamado Vadim Karastelyov fue encarcelado durante una semana por distribuir panfletos pidiendo a los residentes su asistencia a un mitin de Dymovsky. Desde que salió de prisión no ha dejado de recibir amenazas y ha llegado a ser agregido por dos desconocidos en lo que es sólo un ejemplo de la represión de la disidencia.

Dymovsky, con este golpe de conciencia a los rusos, pretendía denunciar un sistema de corrupción endémico, del que él mismo ha reconocido haber participado.

Su llamada de atención fue, en cierto modo, atendida por el presidente Dimitry Medvedev, quien ha llegado a admitir que los niveles de corrupción en el país son "vergonzosos". Incluso, llegó a proponer reducir el número de oficiales de policía en un 20%, aunque el proyecto, por el momento, ha quedado en saco roto.

Dymovsky ha emprendido una gira por todo el país para crear las bases de un movimiento contra la corrupción. Su periplo ha estado marcado por las amenazas de la policía que tratan de impedir sus mitines. Peró él se  ha comprometido en persistir en la lucha.