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Las desaveniencias de Il Cavaliere y su 'delfín'

  • La ruptura llega 16 meses después de que fundaran 'El Pueblo de la Libertad'
  • La falta de lealtad y la desconfianza, tras la ruptura según Berlusconi

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Italia vive la crisis política más grave desde que Berlusconi recuperó el poder, hace dos años

Cuando es la conveniencia y no el amor la que forja un matrimonio, la ruptura a medio plazo está más que anunciada. La del primer ministro Silvio Berlusconi y Gianfranco Fini ha tardado en llegar 16 meses. Los que han transcurrido desde que Il Cavaliere y su 'delfín' fundaran 'El Pueblo de la Libertad'.

Berlusconi ha anunciado esta madrugada que le echa del partido tras mantener una reunión con el Comité de Presidencia del PDL. La falta de lealtad y la desconfianza están detrás del divorcio, según el primer ministro quien, ha asegurado que no está dispuesto a aguantar "un partido dentro del partido" ni más "críticas demoledoras" por parte de Fini. Incluso, le ha pedido que abandone la presidencia de la Cámara de Diputados.

La luna de miel se rompió casi desde el principio. A los pocos meses de que arrancara su coalición -aunque Berlusconi y Fini son socios desde 1994- comenzaron las primeras desaveniencias.

En septiembre de 2009, el 'delfín' ya se enfrentaba al primer ministro sin disimulos. Divergencias en torno a la muerte asistida o la inmigración abrieron la primera brecha entre los dos máximos exponentes de la política  conservadora italiana.

Y la herida fue haciéndose más honda cuando Fini anunció una querella contra el periódico del hermano de Berlusconi  por un comentario sobre el presidente de la cámara y la prostitución que consideró calumnioso.

El 'delfín' se convirtió en 'tiburón'

Para el primer ministro, Fini siempre fue una amenaza ya que todos le veían como su sucesor natural.  El 'delfín' se había convertido en 'tiburón'. Y el mordisco final llegó con un micrófono abierto.

"Confunde el consenso popular, que obviamente le  legitima a  gobernar, con una especie de inmunidad ante cualquier  autoridad de garantía o de  control... la magistratura, el Tribunal de  Cuentas, el Supremo, el Jefe de  Estado, el Parlamento, como le ha  elegido el pueblo...", comentó Fini con el fiscal de la ciudad de Pescara en un un acto el pasado 6  de noviembre sin darse cuenta de que se había dejado el micro en 'on'.

La respuesta del fiscal fue aún peor: "el primer ministro ha nacido con algún milenio de retraso. Le hubiera gustado ser emperador romano".

"Yo ya se lo he dicho.  Confunde el liderazgo con la monarquía   absoluta",  añadió Fini, quien aseguró que en privado ha  recordado a  Berlusconi que "ya han cortado la cabeza a ... por lo que  le he dicho que se  quede quieto".

El video se difundió ampliamente por YouTube y este escarnio público fue demasiado para Il Cavaliere. La relación ya estaba herida de muerte.

"¿Qué haces?, ¿me echas?"

A este desafio a la autoridad berlusconiana le siguieron más críticas de Fini sobre las "reales intenciones del Ejecutivo para combatir la mafia", la presión para que dimitieran dos ministros y un subsecretario por varios escándalos y la estocada de la 'ley mordaza'.

El número dos de Berlusconi luchó hasta aprobar una enmienda que permitirá la publicación de las  escuchas consideradas "relevantes".

Berlusconi le reprochó a Fini su falta de lealtad en una reunión de la dirección  nacional del partido celebrada el pasado 22 de abril y transmitida en  directo por televisión se lo reprochó a Fini.

El primer ministro,  desde el palco, en un fuerte enfrentamiento, le dijo que si quiere  hacer política que dimita de presidente de la Cámara de Diputados. Fini,  sentado en primera fila se levantó y a gritos le preguntó: ¿Qué haces,  me echas?".

Fini ha recibido este viernes la respuesta.