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Dimite la presidenta del Consejo de Derechos Humanos de Rusia ante nuevos ecos del KGB

  • Ha renunciado un día después de que se ampliaran las competencias del FSB
  • Numerosos grupos han denunciado la vuelta de un "nuevo KGB" con la medida

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La presidenta del Consejo de Derechos Humanos adjunto al Kremlin, Ela Panfílova, ha anunciado que ha presentado su renuncia, sin revelar los motivos de su decisión.

"Es una decisión personal, que no maduró repentinamente. Nadie me ha obligado a tomarla", ha afirmado Panfílova en declaraciones a la agencia Interfax.

Panfílova ha anunciado su dimisión al día siguiente de que el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, promulgara la ley de enmiendas que amplía las competencias del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB).

Tanto defensores de los derechos humanos como políticos opositores han denunciado que estas modificaciones legalizan la arbitrariedad de los servicios secretos rusos.

La sombra del KGB

También el Consejo de Derechos Humanos presidido por Panfílova criticó la ampliación de los poderes del FSB, que calificó de "una "especie de restauración de las peores e ilegales prácticas de un Estado totalitario, que tiene como objetivo sembrar el miedo y la desconfianza entre la gente".

"No voy a hablar ahora de las causas de mi partida. Lo único que diré es que pienso cambiar radicalmente de actividad, que no va a ser, seguro, la política, ni la administración pública", ha señalado este viernes Panfílova.

También ha expresado su agradecimiento al presidente ruso, Dmitri Medvédev, por su "permanente e interesada atención" hacia las actividades del

"No siento vergüenza por lo que hicimos: logramos incluso más de lo que era posible", ha subrayado Panfílova.