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Jordi Mollá vuelve a ponerse detrás de las cámaras para dirigir el thriller '88'

  • Mollá asegura que 'se aleja de la realidad con este thriller psicológico'
  • Media Films produce el largometraje que acabará a finales del mes de agosto

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Mollá prepara el thriller psicológico '88'
Mollá prepara el thriller psicológico '88'

El actor Jordi Mollá dirige '88', un "thriller psicológico", según el cineasta, en el que la pareja en crisis formada por Rubén Ochandiano y Beatriz Montáñez se enfrenta a sus propios miedos y fantasmas.

"La historia empieza la noche que los dos miembros de una pareja tiene el mismo sueño. Ella se lo explica a él y él no se lo explica a ella. A partir de este chispazo la pareja empieza a distanciarse y entra en un laberinto de miedo", ha explicado Mollà, que rueda estos días en Sitges, Castelldefels y Barcelona.

Fiel a su pasión por las atmósferas inquietantes y los personajes complejos, en '88' Mollà asegura que "se aleja de la realidad" para plasmar sentimientos tan reales como el miedo y la ansiedad.

Rubén Ochandiano y Beatriz Montáñez interpretan a la pareja protagonista, dos personajes oscuros, gamberros y libres de prejuicios morales que se conocieron hace ocho años e iniciaron una relación pasional e intensa, que les llevó a emprender una vida juntos y a engendrar un hijo.

Con el paso del tiempo se han convertido en una pareja llena de silencios e incomunicación, con una vida sexual muy limitada y muchas zonas oscuras.

"La película habla de lo que se desencadena cuando te declaras la guerra a ti mismo y tienes que pelear con tus propios fantasmas", ha señalado Rubén Ochandiano, popular por su trabajo en la serie "Al salir de clase".

Beatriz Montáñez, la presentadora de "El Intermedio", ha dado el salto a la pantalla grande con esta película, en la que da vida a una mujer "fría e independiente, pero a la vez muy dependiente de sus propias necesidades".

Fantasmas que cobran vida

Los fantasmas de Beatriz y Rubén cobran vida a lo largo del filme y son interpretados por Álvaro Cervantes y Hermann Bonnin.

"Estos personajes son irreales porque no existen en la realidad, pero a la vez son muy reales, porque tienen la forma que les darías a tus fantasmas si pudieras hacerlo", ha asegurado Montáñez.

La escena que el equipo ha rodado en Barcelona es el primer encuentro entre Rubén Ochandiano, cuyo personaje también se llama Rubén, y su fantasma.

Rubén está aparcando su coche en un aparcamiento subterráneo cuando salta la alarma del vehículo de otro conductor, que resulta ser Víctor, un hombre afable y misterios interpretado por Hermann Bonnin.

Poco a poco estos dos personajes irán estrechando lazos y el fantasma se encargará de avivar los celos del protagonista.

Pocos personajes para conseguir la esencia

"El tema de la película es el laberinto de la mente, la capacidad de la mente de crear, para destruir y para desdoblarse", ha aclarado el realizador de "No somos nadie" y "Cinemart".

La presencia de personajes reales e irreales en un mismo plano viene arropada por una estética "que se aleja de la realidad" y evita referencias a la vida cotidiana.

"No hay matrículas de coches, no hay taxis de Barcelona, la casa donde viven los protagonistas está en Castelldefels (Barcelona) pero podría estar en cualquier lugar y la época también es indefinida", ha apuntado Mollà.

Asimismo, "hay muy pocos personajes, los espacios están desiertos y he cortado mucho los diálogos hasta dejarlos en la esencia, porque estamos hablando de la incomunicación y porque prefiero que el fotograma sólo recoja la esencia. Me da igual si es irreal que en un sexshop no haya gente, prefiero aislar a los personajes".

Media Films produce este largometraje, cuyo rodaje está previsto acabar a finales del mes de agosto.