Las ONG comienzan a repartir la ayuda a los 3 millones de afectados por las lluvias en Pakistán
- UNICEF ha elevado el número de víctimas mortales a 1.400
- Junto a la ONU, organizaciones islámicas se suman a las tareas de ayuda
Las agencias humanitarias de Naciones Unidas han iniciado la distribución de ayuda a los más de tres millones de afectados por las peores inundaciones que recuerda Pakistán en los últimos 80 años, según ha informado el organismo mundial.
UNICEF, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, ha elevado el número de muertos a más de 1.400 y a 1,3 millones la cifra de pakistaníes gravemente afectados por la catástrofe.
Las autoridades del país están luchando para ayudar a las víctimas de las inundaciones, muchas de las cuales han perdido sus hogares y sus medios de vidas, entre fuertes críticas a su gestión por no haber alertado a tiempo a las poblaciones que vivían junto al río Indo.
El portavoz de Unicef Sami Abdul Malik ha afirmado que las agencias de ayuda y los funcionarios del gobierno paquistaní se reunirán este martes para determinar si deben hacer una llamada internacional urgente para pedir ayuda.
Mientras tanto, en apoyo a los esfuerzos de las autoridades locales, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha repartido raciones de emergencia a 35.000 familias y espera aumentar esa cifra hasta 150.000 en los próximos tres meses, ha indicado Naciones Unidas.
ONG islámicas se suman a la ayuda
Por otro lado, el Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha proporcionado tiendas de campaña y otros materiales a las autoridades de las zonas afectadas, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) proporciona ayuda médica y UNICEF se encarga de buscar agua potable para los damnificados.
"La ONU trabaja a toda máquina para complementar la ayuda que proporciona el Gobierno", ha afirmado en un comunicado el subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, John Holmes.
El diplomático británico ha resaltado que todavía no tienen "un panorama completo" de la situación, aunque ello no impide que se atienda "a los ya sabemos que necesitan asistencia".
"Estamos preparados para seguir haciéndolo durante toda le temporada de los monzones si hace falta", ha agregado.
Organizaciones de beneficencia islámicas, algunas de ellas con presuntos vínculos con los talibanes, también están prestando ayuda a los afectados, lo que aumenta la presión sobre el gobierno para demostrar que pueden controlar la crisis. Estas ONGs tuvieron un papel fundamental en el reparto de ayuda humanitaria tras el terremoto de 2005 en Cachemira que mató a 75.000 personas
Pronósticos de más lluvias monzónicas
Las autoridades esperan que la cifra de muertos aumenten, ya que los pronósticos anuncian más lluvias monzónicas.
La Autoridad Nacional de Desastres de Pakistán ha informado de que unas 30.000 casas han resultado dañadas, así como una carretera clave en el comercio de China, que se encuentra completamente anegada.
El gobierno del presidente Asif Ali Zardari, ya de por sí impopular por las acusaciones generalizadas de corrupción y su incapacidad de abordar cuestiones políticamente explosivas, tales como los cortes crónicos de energía, está sufriendo un duro desgaste por su gestión de la catástrofe. Las críticas se han agudizado aún más por la presencia de Zardari en Europa, mientras más de 1.000 pakistaníes han perecido en la última semana por las lluvias.
Casi 1 millón de personas abandonan sus hogares
Una de las principales preocupaciones en estos momentos para UNICEF es que las inundaciones se extiendan al corazón de Punjab, la principal provincia productora de alimentos.
"Toda la infraestructura que construimos en los últimos 50 años ha sido destruido", ha lamentado Adnan Khan, portavoz de la Autoridad Provincial de Gestión de Desastres en Khyber-Pakhtunkhwa.
Aunque las autoridades locales dan cifras de fallecidos más altas, la ONU señala que al menos 1.100 personas han perdido la vida en la provincia de Khyber-Pakhtunkhwa, mientras que otras 39 habrían muerto en Cachemira y 28 en Baluchistán.
También según el organismo mundial, la fuerza de las aguas han destruido 80.000 viviendas y dañado otras 50.000 en los distritos de Nowshera, Charsadda, Mardan, y Peshawar, en los que unas 980.000 personas han tenido que abandonar sus hogares.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha autorizado el desembolso de una ayuda de diez millones de dólares suplementarios (7,5 millones de euros) que se suman a los ocho millones de dólares que ya ha destinado la oficina del organismo para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).