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La televisión sigue alimentando el cine español

  • El diario de Carlota es el último estreno con rostros televisivos
  • Marina Salas, David Castillo o Aura Garrido pertenecen a esta generación

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Fotograma de "El diario de Carlota"
"El diario de Carlota" es el último estreno español con rostros conocidos de la TV

En los dos últimos años, películas como Mentiras y gordas, Fuga de cerebros o Que se mueran los feos han surtido un efecto salvavidas en los repetidamente estrellados resultados de taquilla española. Una de sus bazas más importantes ha sido presentar en sus carteles rostros conocidos de la televisión nacional.

El último estreno español que cuenta con jóvenes de la pequeña pantalla en su reparto ha sido El diario de Carlota, film que narra las primeras experiencias sexuales de una adolescente de dieciséis años y las cuestiones de la edad.

Este microcosmos juvenil se trata desde un punto de vista amable, tierno y para todos los públicos, a diferencia de otras producciones recientes. Entre sus actores se encuentran Maxi Iglesias y Lorena Mateo, David Castillo (los tres actores de series televisivas) o Andrea Ros, que sin ser conocida a primera vista ha crecido también en los sets de grabación de series semanales o diarias.

Cuando se le pregunta a su director, José Manuel Carrasco, acerca del casting, es rotundo: "He tenido el reparto que he querido, sin presiones por parte de la productora". Y añade: "para el papel de Carlota se hizo prueba a más de 200 chicas". El propio realizador señala que le da "mucha rabia" que se tengan determinados prejuicios hacia actores como Maxi Iglesias sólo "por la imagen que representa para las adolescentes".

Eva Leira y Yolanda Serrano, directoras de casting de Celda 211, no tienen más que palabras gratificantes hacia el actor, que describen como "luchador, humilde y disciplinado". Ambas coinciden en que esta nueva generación de intérpretes está conformada por "profesionales muy comprometidos y con mucha hambre de interpretación".

Encargadas de la selección de actores para varias series de éxito, Leira y Serrano afirman que "a diferencia de lo que sucedía antes, ahora los actores empiezan con edades más tempranas" y que en contra de lo que parece observarse desde fuera, "en las series se les exige mucho y pasan largas e intensas pruebas para lograr un papel".

El camino al cine

El fenómeno fan o iconográfico en España hacia los actores de televisión sigue pujante y no sólo sucede con los actores veinteañeros, sino también con aquellos más cercanos a la treintena. Miguel Ángel Silvestre "El Duque" o Hugo Silva lo han vivido en carne propia.

Aunque la pequeña pantalla puede cobrar la fama a precio de oro, también actúa como trampolín para el sueño del actor: el celuloide. Samuel Martín Mateos, codirector de Agallas, cuenta cómo los productores les plantearon buscar "a alguien conocido y bien valorado por el público" para uno de los protagonistas.

En un principio pensaron en Raúl Arévalo, pero no pudo ser. Así fue como aterrizó Hugo Silva como candidato. "Andres Luque y yo le hicimos la prueba como a cualquier actor y no sólo nos convenció, sino que nos admiramos del entusiasmo y entrega que iba a aportar al proyecto", sentencia Martín.

Marina Salas, actriz conocida por su papel en El pacto de Fernando Colomo o la serie Hay alguien ahí también afirma la importancia que ha tenido la televisión para su trayectoria. "Mi papel en Desaparecida marcó un antes y un después en cuanto a madurez y nuevas propuestas".

Salas acaba de terminar el rodaje en Barcelona de A tres metros sobre el cielo, película basada en la novela de Federico Moccia y no le causa ningún tipo de estrago afirmar que gracias a la tv-movie El Pacto, la llamaron para el cásting de esta última cinta.

El caso de la joven Aura Garrido es una rareza dentro del panorama actoral. Apenas al año de comenzar su carrera como actriz, coprotagonizó con Goya Toledo, Carme Elías y Ana Labordeta Planes para mañana de Juana Macías. Su interpretación le valió la Biznaga de Plata a la Mejor Actriz de Reparto en el Festival de Málaga del año pasado.

Escuela y perfil

En la carrera de un actor la imagen compone un pilar fundamental y puede llegar a ser un arma de doble filo. "Ponemos nuestra imagen en juego desde el primer día que entramos en la profesión -explica Sergio Parralejo, actor de El diario de Carlota -. Alguna vez te puedes sentir un poco marioneta por el hecho de que sólo la secuencia depende de ti, el resto queda en majos ajenas".

En opinión del profesor de crítica de cine y especialista en el audiovisual español, Antonio Sempere, "en el cine que llega a mucha gente hay vasos comunicantes que llevan a los actores indistintamente a ser productos".

El márketing acaba marcando la diferencia e influye en resultados de taquilla. Tensión sexual no resuelta alcanzó los 2 millones de euros, contando entre su cartel con Norma Ruiz, Fele Martínez, Adam Jeziersky o Miguel Ángel Muñoz. Pero destacaba descubrir entre ellos a la presentadora Pilar Rubio.

El artífice de esta comedia, Miguel Ángel Lamata, se muestra contundente acerca de posibles polémicas por el uso reiterativo de caras conocidas: "Yo me encargo del cásting de mis trabajos y busco actores que tengan ganas de currar y aunque interesa que sean queridos por el público, si te basas sólo en la popularidad no tendrás éxito".

Otro intérprete del equipo de El diario de Carlota, David Castillo, admite que los actores de su generación tienen que lidiar "con esa barrera de que sólo somos caras bonitas". Este concepto de producto también es compartido por Marina Salas, que piensa que contra todos estos aspectos que no puede controlar el actor y que son inevitables, tiene que haber "formación, valor para vencer el miedo y no acomodarse".

Si el nutrido elenco de Al salir de clase salía directamente de escuelas y seminarios de teatro, los actuales "chicos de moda" tampoco se quedan cortos. Eva Leira y Yolanda Serrano lo confirman: "Comienzan pronto a formarse y se entregan".

Las necesidades de la industria

Es obvio que el cine y la televisión se observan de cerca, "seguramente porque el espectador acaba siendo el mismo" , argumenta Samuel Martín. "Hay que tener claro que hay dos tipos de cine: el de autor o de museo y el comercial, y que mientras se presente con honestidad, toda película merece respeto", manifiesta Sempere.

El cine español arrastra a sus espaldas demasiados desengaños de taquilla, pero en los dos últimos años ha remontado gracias sobre todo a películas como Fuga de cerebros, Mentiras y gordas o Spanish Movie. "El cine va en función de lo que demanda el público y si ahora mismo se quiere un starsystem de actores punteros, jóvenes y no tan jóvenes, es normal que se les dé", explica Parralejo.

Por otro lado, al actor Carlos Olalla, con un largo curriculum a sus espaldas, no le causa extrañeza y aplaude la idea de José Manuel Carrasco de que "no hay trabajos indignos" y que por su experiencia, esta nueva generación "promete".

La guionista y profesora de cine Elisa Puerto advierte de que no está mal que una parte de la industria apueste por una visión del cine más basada en el márketing, "pero no imponiéndolo como único modo de realizar una película".