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Berlusconi afronta su primera prueba de estabilidad tras la expulsión de Fini del partido

  • La oposición ha presentado una moción de censura contra un subsecretario 
  • El partido de los "finianos", escindido del PDL, ha asegurado que se abstendrán

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El Gobierno que preside Silvio Berlusconi afronta este miércoles su primera prueba de estabilidad ante la crisis en su partido con la votación de la moción de censura al subsecretario de Justicia, Giacomo Caliendo, en la que será decisivo el escindido grupo parlamentario Futuro y Libertad para Italia (FLI).

En la Cámara de los Diputados se celebrará la última gran votación del curso político, tramite que, si no hay cambios de última hora, el Gobierno conseguirá salvar con una mayoría simple que hipoteca su futuro ante el nuevo escenario abierto por la expulsión de Gianfranco Fini del gobernante Pueblo de la Libertad (PDL).

El diputado de FLI Benedetto della Vedova ha anunciado la abstención de su grupo y de otros minoritarios como Unión de Democristianos de Centro (UDC), Alianza para Italia (API) y el Movimiento para las Autonomías (MPA) en la votación.

Esta abstención posibilitaría la salvación por mayoría simple,  que no absoluta, de Caliendo, contra quien la oposición ha presentado la moción después de conocerse que es investigado por su supuesta implicación en la trama que pretendía influir en la magistratura italiana para favorecer al Gobierno.

Pero no conseguiría que todas las miradas dejen de apuntar a los 33 diputados del FLI, el grupo parlamentario constituido tanto en la Cámara Baja como en la Alta por los miembros del PDL afines a Fini, ya que el sentido de su voto sigue siendo decisivo para la estabilidad del Ejecutivo en lo que queda de legislatura hasta 2013.

Después de que sus discrepancias públicas con algunas de las políticas del Ejecutivo, como la "ley mordaza",  hayan motivado su expulsión del partido del que es cofundador, Fini, quien es además presidente de la Cámara de los Diputados, parece tener ahora en su mano la llave del futuro del Gobierno de Berlusconi.

Los votos "finianos", decisivos

Los medios de comunicación del país intentan interpretar desde el jueves por la noche -cuando se anunció su expulsión- cada gesto suyo y de sus diputados afines para intentar prever lo que ocurrirá en términos generales en la política italiana en los próximos meses.

Las interpretaciones quedan abiertas, pero en las últimas horas, el primer ministro ha vuelto a insistir en que su Gobierno no corre peligro, aunque algunos medios hablan de contactos que el mandatario pueda estar llevando a cabo para garantizarse el apoyo necesario.

La prensa italiana recogía este martes unas declaraciones de Berlusconi a sus senadores durante una cena: "Yo estoy sereno y preparado,  podrá ir ahora, incluso, mejor que antes, pero, si no fuera así, a la primera de cambio se va al voto".

El primer ministro se siente reforzado por las encuestas que le dan, según él, un 60% de aprobación por parte de los italianos a su gestión de cara a unas eventuales elecciones anticipadas, en las que el mandatario cree que Fini sólo obtendría el 1,5 por ciento de los sufragios, según explica el Corriere della Sera.

Por su parte, en caso de que el actual Ejecutivo no pueda seguir adelante, el Partido Demócrata (PD), la principal formación de la oposición, prefiere la fórmula de un Gobierno de transición que modifique la ley electoral, algo a lo que no está dispuesto Berlusconi.

Un más crítico Antonio di Pietro, líder de Italia de los Valores (IDV), pide públicamente apoyos para sacar adelante la moción a Caliendo,  sobre todo a los diputados de FLI, a quienes ha instado a través de su "blog" a seguir defendiendo esa misma "legalidad" de la que han hecho gala hasta ahora.