El CGPJ "acelerará" los informes periciales para incrementar las pulseras contra el maltrato
- Las pulseras sólo se ponen en caso de riesgo extremo
- Los jueces cuentan actualmente con el informe policial y los testimonios
- Ahora se impulsarán los de psicólogos, psiquiatras y trabajadores sociales
- Sólo están operativas 369 pulseras GPS de las 3.000 disponibles
Un año después de su puesta en marcha sólo funcionan 369 de las 3.000 pulseras contra la violencia de género que se colocan a los presuntos maltratadores en caso de riesgo extremo para la víctima para garantizar que cumplen la orden de alejamiento.
La Policía hace un informe previo sobre si la situación de la mujer, pero son los jueces los que finalmente deciden si se recurre a estos dispositivos de localización basados en el GPS.
Para aumentar su número (Igualdad quiere llegar a las 1.200 puseras dentro de un año), la presidenta del Observatorio de Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Inmaculada Montalbán, ha afirmado que trabajará para "acelerar los informes periciales", como contempla la Ley integral contra la Violencia de Género, "facilitando", de esta forma, la correcta valoración de riesgo por parte de los jueces, que permita la imposición de brazaletes.
La Asociación Profesional de la Magistratura ha arremetido este jueves contra Igualdad por pretender "cargar sobre las espaldas de los jueces españoles las consecuencias más trágicas y horrendas" de los casos de violencia de género.
El delegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente, responsabilizó este miércoles de que sólo hubiera 369 mujeres con pulseras con dispositivo GPS mientras que eran más de 500 las mujeres conceptuadas en situación de "riesgo alto o extremo".
Los jueces sólo cuentan con el informe policial de riesgo
En declaraciones a Europa Press, Montalbán ha señalado que actualmente "los jueces sólo cuentan con el informe policial de riesgo y las declaraciones de las partes" para poder elaborar una conclusión sobre el riesgo real que existe. Por ello, ha asegurado que el Observatorio trabajará para que éstos estén disponibles en las primeras 72 horas desde la detención, momento en el que los jueces tienen que acordar las medidas de protección.
En este sentido, ha recordado que "la norma creó Unidades de Valoración Forense Integral, formadas por psicólogos, psiquiatras o trabajadores sociales, con la función de elaborar estos informes de peligrosidad, en función al contexto de los hechos o las declaraciones de los menores, entre otras cosas".
Asimismo, ha apuntado que "hoy en día no funcionan con arreglo a protocolos homogéneos entre comunidades autónomas y se emiten a lo largo del proceso". De esta forma, ha concluido que "si al juez le faltan elementos no puede generalizar la imposición del brazalete".
Sin embargo, ha indicado que "las mujeres con riesgo alto están protegidas porque hay ordenes de protección" y ha incidido en que "los brazaletes son un medio más". "No se trata de poner más pulseras sino de crear seguridad para la víctima. No puede girar todo en torno a los brazaletes", ha apostillado.
Tendencia a la estabilización de las denuncias
Por otro lado, Montalbán se ha referido a la reducción del número de denuncias en relación con el primer trimestre del año pasado y ha concluido que "no se trata de una bajada significativa", aunque reconoce que han detectado "una ligera tendencia a la estabilización o a la baja".
En cualquier caso, ha advertido de que "el dato de que todavía ocho de cada diez mujeres mueren sin denunciar apunta a que aún hay una bolsa de violencia que sigue oculta a las instituciones" y, por lo tanto, ha señalado en que "es fundamental concienciar" e "insistir en que el único responsable es el agresor".
También ha valorado el dato de una encuesta presentada por el Ministerio de Igualdad y que ponía de manifiesto que el 40% de la muestra culpaba a la mujer de seguir con el agresor.
En concreto, ha puntualizado que cuando la mujer sigue conviviendo "no es por libre voluntad, sino que se debe a muchos factores como pueden ser la dependencia económica o una educación tradicional que le mantiene en la senda del sometimiento".
Por último, ha declarado que el mes de agosto, en el que se produce normalmente el mayor número de homicidios, es un momento "propicio" para decir que "los malos tratos matan" y que "hay muchas mujeres que han conseguido una nueva vida cuando se han atrevido a denunciar".
Además, ha reconocido que se debe "recuperar la confianza de la sociedad", ya que ésta debe ser consciente de que "se ha creado una arquitectura institucional y que hay muchas personas que están consiguiendo que las mujeres que denuncian puedan romper con la violencia".