El Senado de EE.UU. aprueba el nombramiento de Kagan, la cuarta mujer juez en el Supremo
- Obama la propuso para reemplazar a John Paul Stevens
- Los republicanos critican su presunto activismo político
- Los demócratas destacan sus credenciales como experta legal
El Senado de EE.UU. , bajo control demócrata, ha aprobado este jueves el nombramiento de Elena Kagan como jueza del Supremo, la cuarta mujer en más de dos siglos de historia del Tribunal.
La confirmación de Kagan, de 50 años, para el puesto vitalicio, se ha producido en víspera del receso legislativo de agosto del Senado y ha contado con el apoyo de casi toda la bancada demócrata, los dos senadores independientes y cinco senadores republicanos.
El voto no ha generado sorpresas, ya que casi todos los senadores habían anunciado su postura respecto a Kagan, designada por el presidente estadounidense, Barack Obama, en reemplazo del juez John Paul Stevens, que se jubiló en junio pasado después de 34 años de servicio.
El único demócrata que anunció que votaría en contra de Kagan fue el senador de Nebraska, Ben Nelson.
Horas antes de la votación, el senador republicano de Massachusetts, Scott Brown, dijo que se oponía a la confirmación de Kagan en el cargo vitalicio.
Falta de experiencia judicial
En un comunicado, Brown explicó que, si bien considera que Kagan es una mujer brillante, carece de experiencia judicial. Esa fue, a lo largo del proceso de confirmación, una de las quejas de los republicanos.
De hecho, uno tras otro, los republicanos hablaron este jueves en el pleno del Senado para denunciar el presunto activismo político de Kagan y su temor a que ella intente promover su propia agenda política o legislar desde el estrado.
En general, los republicanos insisten en que Kagan no podrá dejar de lado su partidismo y filosofía progresista a la hora de emitir dictámenes.
Los demócratas replican que Kagan, ex decana de la Facultad de Leyes de la Universidad de Harvard, tiene importantes credenciales como experta legal y logrará conseguir consenso en la máxima corte de EEUU, principalmente en los asuntos que más polarizan al país.