Busker's Barcelona, el festival "de gorra" que inunda la Barceloneta de música
- Artistas de calle de todo el mundo tocan en ABrcelona del 5 al 8 de agosto
- Su caché, ninguno, el precio de las entradas, ninguno; su sueldo... la voluntad
El espíritu del Busker's Barcelona, el festival que acoge a artistas de calle de todo el mundo, perdura intacto en su sexta edición e inunda la Barceloneta de músicos callejeros que llenan de buenas vibraciones la playa y que, por una vez, no se sienten acosados por los municipales.
"Todo el año te sientes perseguido en la calle, te prohíben tocar y te multan. Una vez al año está permitido, y cuánto más loco mejor", dice Mina, una de las componentes del grupo Las Hermanas Trapp, participantes en el festival.
La cita se prolongará del 5 al 8 de agosto y está organizado por la ONG la Casa Amarilla y apadrinado este año por Ojos de Brujo.
El Busker's es un espíritu libre, y sin ánimo de lucro, dentro de los festivales barceloneses, una rareza que nació con la finalidad de promocionar la música de calle y es único en su especie en toda España.
Ni los músicos cobran un caché -su sueldo depende de lo generoso que sea el público, a quien se le pasa la gorra al final de cada actuación-, ni hay grandes escenarios, ni grandes nombres, ni se paga entrada.
"El Busker's es una plataforma para los músicos callejeros y una iniciativa para potenciar la faceta intercultural de Barcelona", ha explicado la directora del festival, Miriam Mariné.
Este festival, pues, no dista de lo que hacen los músicos de calle habitualmente, pero el Busker's se lo pone fácil porque cuenta con el apoyo, por una vez, del consistorio. Es lo de "una vez al año no hace daño".
Una veintena de artistas que tocan en la calle
En él se mezclan todo tipo de música y de nacionalidades. Desde el reggae de los barceloneses Microguagua al sonido que bebe de las canciones tradicionales balcánicas de las Hermanas Trapp o al inclasificable alemán Bernad M. Snyder, un auténtico hombre orquesta.
Un total de 21 artistas habituados a tocar en la calle, en metros y en estaciones, amenizarán los atardeceres en la Barceloneta hasta el domingo con propuestas fuera de lo comercial pero muy llamativas, como la de los suizos Pullup Orchestra, una banda de diez músicos con una amplia banda de vientos que suenan a swing y a hip hop.
Todos, desde los Perkfusion Burkina, procedentes de Burkina Faso, al australiano Simon Asquith, tienen una cosa en común: están acostumbrados a tener que entregarse al mil por cien para ganarse una moneda.
Y el público responde ante semejante amalgama de interesantes, y gratuitas, propuestas. "Estamos sorprendidos, pero es muy cool", explica Rowin, un austríaco melenudo y de pantalón de pitillo que ha venido a Barcelona a skatear con los colegas.
La audiencia lo conforman desde turistas despistados, y agradecidos ante una buena propuesta , a familias con niños, grupos de amigos cerveza en mano y abueletes del barrio que, sentados en sus bancos de siempre, ven por un día algo más que bañadores y chancletas.