El BBVA insiste en que la economía se contraerá un 0,6%, el doble de lo calculado por el Gobierno
- El banco asegura que la recuperación es débil
- Para 2011 estima un crecimiento del 0,7%
- Prevé una reducción del déficit menor a la calculada por el Gobierno
La economía española se contraerá un 0,6% este año y crecerá un 0,7% en 2011, según el servicio de estudios del BBVA, que confirma así el análisis que ya presentó en su anterior informe sobre la situación de España. Esa estimación dobla la caída prevista por el Gobierno.
La entidad advierte que, pese al crecimiento de los dos últimos trimestres, la actividad económica sigue estancada, y aboga por acelerar las reformas estructurales para lograr una salida más rápida de la crisis.
El informe del BBVA coincide con el último balance del Banco de España en que la economía creció dos décimas en el segundo trimestre de este año, un dato que -señala- aún "confirma su debilidad".
“Las perspectivas a medio plazo son mejores de lo previsto hace un par de meses“
Pese a todo, el informe destaca que "las perspectivas a medio plazo para la economía española son mejores de lo que se preveía hace un par de meses". Entre otras cosas, el servicio de estudios del BBVA cree que las tensiones financieras "están empezando a remitir" gracias, en parte, a la publicación de las pruebas de estrés de la banca que en el caso español han sido "más severas y transparentes" que en el resto de Europa.
Además, sostiene que a partir de ahora mejorará la confianza y la prima de riesgo, si bien alerta de que la incertidumbre en los mercados financieros -principalmente, en el interbancario y en los de emisión de deuda privada- es todavía alta y su impacto en la actividad es todavía incierto.
Prudencia para evitar una recaída
Así, el documento llama a la prudencia y afirma que "no puede descartarse una recaída transitoria de la economía durante el tercer trimestre del año".
El respiro que van dando los mercados "es condicional y depende de que no haya relajación" a la hora de continuar con el proceso de reformas, "clave para el crecimiento sostenido del empleo", añade.
Además, advierte de que la segunda mitad del año presenta mayor incertidumbre debido a los efectos negativos que puedan tener la subida del IVA, el ajuste presupuestario y las tensiones de los mercados.
Menos optimista que el Gobierno sobre déficit
El análisis de la entidad financiera considera adecuadas las medidas de consolidación fiscal puestas en marcha por el Gobierno para tratar de reducir el déficit público hasta situarlo por debajo del 3% del PIB en 2013, aunque no es tan optimista como el Ejecutivo con los resultados para este año y el que viene.
Así, el BBVA calcula que este año el saldo negativo de las cuentas públicas acabará en el 9,6% del PIB (frente al 9,3% del Gobierno) y en 2011 cerrará en el 6,6% (superior al 6% previsto por el Ejecutivo).
En este sentido, el BBVA insta al Gobierno a seguir desarrollando con decisión el proceso de reformas estructurales y avisa de que "las administraciones públicas tienen que estar más atentas para tomar las medidas adicionales que sean necesarias para corregir cualquier desviación en el déficit público".
Subida de impuestos indirectos y bajada de los directos
Así, el informe del banco advierte de que la racionalización del gasto debería ir acompañada de cambios en el sistema tributario para hacerlo más eficiente, lo que se lograría si se incrementasen los impuestos indirectos y se bajasen los directos, especialmente el de sociedades, así como las cotizaciones que pagan las empresas.
Estima que una reducción permanente de 3,5 puntos del tipo efectivo de las cotizaciones sociales, compensada con un aumento de dos puntos en la imposición sobre el consumo, permitiría aumentar el empleo a tiempo completo en un año un 1,4%, y haría subir el PIB seis décimas.
El último análisis de situación del BBVA considera que, si se pretende que la economía reduzca sus necesidades de financiación, fomentar el ahorro o cambiar el modelo productivo, la subida de impuestos como el IVA es una de las actuaciones más eficientes y efectivas que puede tomarse. A su juicio, esa medida no distorsiona a corto plazo las decisiones de oferta de trabajo y es efectiva en términos de recaudación.
Sin embargo, el informe propone combinarla con una reducción de impuestos directos y, en concreto, aboga por bajar el de sociedades, que es uno de los más elevados de Europa, al menos antes de deducciones.