El envejecimiento podría rebajar los precios de la vivienda en España un 75% de aquí a 2050
- Sólo Portugal tendría un impacto mayor con caídas del precio del 80%
- El aumento de ancianos reducirá la demanda de compra
- La dependencia económica de los mayores de 64 años aumenta con el paso del tiempo
El envejecimiento de la población podría desencadenar una caída superior al 75% en los precios de la vivienda en España, según los cálculos del Banco de Pagos Internacionales (BIS), del mismo modo que el baby boom que se registró en el planeta después de la Segunda Guerra Mundial (en España se retrasó hasta los años 70) provocó un incremento de su valor cuando estas generaciones alcanzaron la edad adulta y comenzaron a comprar viviendas.
De esta forma -según un informe elaborado por ese organismo internacional a partir de las proyecciones demográficas hasta 2050-, sólo Portugal (con un abaratamiento superior a un 80%) superaría a España en el severo impacto del envejecimiento sobre el coste de la vivienda.
Países como Grecia, Alemania o Italia también registrarían descensos cercanos al 75%. El impacto sería inferior en los países de habla inglesa, como es el caso de Irlanda, Canadá o EE.UU., donde el recorte no superaría el 50%.
Para sus cálculos, la entidad internacional tiene en cuenta el elevado ratio de dependencia económica que presentan los mayores en diferentes países, así como en las expectativas de incremento de esta cifra hasta el año 2050.
Un encarecimiento del 300% desde 1970
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de dependencia de la población mayor de 64 años en España era de un 17,3% en 1975, mientras que en 2009 se situó en el 24,6%.
El Banco de Pagos Internacionales hace hincapié en que estas caídas de precios estimadas no son previsiones concretas, con lo que los precios de la vivienda podrían crecer sustancialmente a pesar de las presiones demográficas, ya que en ellos influyen otros factores sociales y económicos.
Para ilustrar esa variabilidad ajena a la demografía, el informe señala que entre 1970 y 2009 los precios subieron en España algo más de un 300% en un escenario de impacto demográfico neutro, mientras que en Finlandia aumentaron el doble de la caída que cabría esperar a la vista de su fuerte envejecimiento en ese mismo período.