Moscú duplica su mortalidad en los últimos días a causa del calor y el humo de los incendios

• La cifra ha aumentado a 700 decesos al día
• Ha sido calificada como la peor ola de calor "en 1.000 años"
• Se espera un cambio en la dirección del viento y posibles lluvias

El calor y los fuegos multiplican por dos la mortalidad en Moscú

Los depósitos de cadáveres de Moscú están prácticamente llenos. La mortalidad de la capital rusa se ha duplicado en los últimos cuatro días debido a la ola de calor y al humo de los más de 500 incendios activos que están devastando los bosques del país.

"En los últimos días la mortalidad en Moscú ha aumentado el doble. En un período normal se registran diaramente entre 360 y 380 decesos, mientras que ahora la cifra es de alrededor de 700", ha asegurado el jefe del departamento de Sanidad del Ayuntamiento, Andrei Seltsovski.

Por su parte, el director del servicio meteorológico ruso ha calificado esta situación del país como "la peor ola de calor en 1000 años".

Por ello, para evitar que la cifra de fallecidos continúe en aumento, el Ministerio de Sanidad ha recomendado a los moscovitas que no salgan a la calle ni abran las ventanas, que utilicen mascarillas y máscaras de oxígeno (que ya escasean en las farmacias), no hacer esfuerzo físico, beber mucho agua, y prescindir del acohol y el tabaco.

La mala calidad del aire provoca que la causa de las principales muertes sean las crisis cardíacas e insuficiencias respiratorias.

Según ha comentado el corresponsal de RTVE en Moscú, José Carlos Gallardo, la situación en el país no mejora a pesar de que se hayan sofocado más de 230 incendios. (09/08/10)

Por otro lado, los metereólogos se muestran optimistas. Según los expertos el humo que cubre Moscú podría desaparecer a partir de este martes, ya que se espera un cambio en la dirección del viento y algunas lluvias.

Aún así, de momento, los incendios no cesan. A pesar de que un total de 239 fueron sofocados, en las últimas horas se han declarado 247 nuevos.

Peligro en un almacén de residuos nucleares

Las autoridades rusas han declarado el estado de emergencia en todo el centro de reciclaje y almacenamiento de residuos nucleares Ma'ak, debido a la propagación de los incendios en esa zona.

Por su parte, el jefe de la Administración, Viktor Trofimtchouk, "ha  citado al presidente para este martes para una reunión de emergencia  para coordinar los esfuerzos".

El centro de reprocesamiento se encuentra en la región de Chelyabinsk en  los Urales, 2.000 kilómetros al este de Moscú.

Redistribución del personal para sofocar los incendios

El jefe del Centro de Gestión de Crisis del Ministerio de Emergencia, Vladimir Stepánov, ha declarado que en las últimas horas se ha efectuado una redistribución del personal que participa en la extinción de los incendios forestales.

"En la última jornada la situación se estabilizó completamente en las regiones de Bélgorod, Kursk  y Lipets, del distrito federal Centro, así como en Tatarstán, del  distrito federal Volga", ha confirmado Stepánov.

Esta circunstancia ha permitido retirar de allí cerca de 10.000 hombres y  más de 300 vehículos para enviarlos a zonas donde la situación es más  complicada.

Afortunadamente, otra de las regiones en las que está lloviendo es en Briansk, la zona irradiada tras el desastre de  Chernóbil. 

Además, según datos de Emergencia, un total de 161.886 hombres participan esta lucha para evitar que aumenten las casi 750.000 hectáreas de bosques devastadas.

Comienzan a contabilizar los daños naturales

Según el responsable de cuestiones ecológicas del Consejo de seguridad rusa y fundador de Greepeace en la época de la URSS, Alexei Iablokov, "las consecuencias ecológicas serán enormes e incalculables", aunque de momento es imposible de cuantificarlas.

"Ecosistemas enteros desaparecerán"  ha asegurado Iablokov. Por ejemplo, ya en Moscú, el número de aves ha disminuido.

"Les han dicho a los moscovitas que se fueran, y las aves lo han hecho", ha comentado el ecologista ruso.

Retirada paulatina de embajadores

Miestras comienza a llegar la ayuda exterior para sofocar los incendios, sobre todo por parte de países de la antigua URSS y Francia e Italia,  varios países siguen con su retirada parcial del personal de sus embajadas y de sus familiares, aunque de momento no lo consideran una evacuación.

Además de que las representaciones extranjeras continúan con sus recortes de los horarios de atención al público, han recomendado a sus ciudadanos abstenerse de viajar a la capital y a las zonas afectadas por el fuego.