Ascienden a 702 los muertos por los corrimientos de tierra en el noroeste de China
- 1.042 personas permanecen desaparecidas
- El último rescatado permaneció 50 horas sepultado
- Las autoridades temen por el desbordamiento devastador de un lago artificial
Ver también: Las fotos más espectauclares de las riadas en China
La cifra de muertos en la catástrofe que asola el norte de China ha pasado de 337 a 702, en el último recuento.
Además los pronósticos no son nada alentadores, y la cifra podría aumentar en las próximas horas, a causa del peligro que corre el desbordamiento de un lago artificial que está obstruyendo el río Bailong.
Así lo ha confirmado, la corresponsal de RTVE en Pekín, Almudena Ariza, que está viviendo de cerca el dolor de las personas de la provincia noroccidental de Gansu, la región más afectada.
Desde el Centro Meteorológico Nacional de China se esperan más lluvias en los próximos tres días para el noroeste del país, lo que eleva el nivel de alerta para las próximas 24 horas.
Familias enteras están sepultadas bajo el lodo, como le han comentado los supervivientes a nuestra corresponsal.
Por ello los más de 6.000 soldados miembros del servicio de rescate trabajan a contrarreloj para salvar al mayor número de personas de las 1.042 que se encuentran desaparecidas.
Asimismo, en muchas zonas hay tanta profundidad que es muy difícil de trabajar. Aún así, este martes ha aparecido un segundo superviviente.
Se trata de un hombre de 52 años de edad, de origen tibetano, que fue rescatado de entre los escombros de un edificio de apartamentos, cincuenta horas después del derrumbe.
"Se le han cubierto los ojos con una toalla para evitar el daño visual como consecuencia de la repentina exposición a la luz solar y ha recibido los primeros auxilios en un centro médico provisional", ha confirmado uno de los agentes del servicio de rescate.
Mientras tanto, el resto de personas esperan encontrar a sus familiares desaparecidos. "Mi sobrina está enterrada bajo los escombros. "Es una buena estudiante, una buena chica", ha sollozado Yin Linfeng, una mujer de 42 años que sobrevivió a los deslizamientos de tierra porque estaba fuera.
"Ella estaba cuidando mi casa, nunca lo olvidaré. Quiero encontrar su cuerpo si ha fallecido", ha dicho la mujer entre lamentos.
Riesgo de un tsunami fluvial
La avalancha que arrasó el distrito de Zhouqu, anteriormente afectado por el terremoto en Sichuan en 2008, provocó la formación de un lago artificial, que bloqueaba el río Bailong, y que los militares chinos dinamitaron para vaciar el agua.
El pasado lunes, el lago alcanzaba ya los tres kilómetros de longitud y amenazaba con desbordarse de nuevo, como sucedió el domingo, destrozando numerosos inmuebles y cubriendo las calles con un lodo de hasta un metro de espesor.
Por temor a nuevas lluvias, las autoridades están haciendo todo lo posible para reducir el riesgo. De momento han conseguido reducir ligeramente el nivel del agua a través de una serie de explosiones controladas, con el fin de canalizar algunos litros fuera.
Por seguridad, miles de personas ya han sido evacuadas de los pueblos afectados.
Mientras tanto, los geólogos se preguntan por las causas del desastre. Hasta el momento, la mejor hipótesis apunta a que el terremoto de hace dos años de la región de Sichuan ha podido influir vaciando alguna de las montañas que se han deslizado ladera abajo.
70 millones de euros para la zona
El Gobierno chino está preparando 70 millones de euros para enviar a la región damnificada que irán destinados a los hospitales que se encuentran en una situación de falta de medios.
Además, con ese dinero se financiarán las 16.700 tiendas de campaña, 110.000 coberturas, 222.000 abrigos, 333.000 linternas eléctricas y cuatro millones de velas, que ya se han enviado, y los refugios provisionales donde se encuentran las personas afectadas.
La población estaba advertida del riesgo
Un informe de abril de 2009 advertía de lo que ahora está ocurriendo. El rápido desarrollo hidroeléctrico y la enorme tala de árboles que se llevó a cabo han conseguido que la zona sea vulnerable a las inundaciones y deslizamientos de tierra.
Desde el Gobierno se insistió en trabajar para restablecer una línea de defensa del medio ambiente en un "paisaje frágil". Incluso se llegó a declarar "zona de alta ocurrencia de desastres de deslizamientos de tierra".
El peor verano del continente asiático
Los monzones están más "arrolladores" que nunca. De momento el norte de China es la última región que se ha visto afectada, pero a lo largo del verano las fuertes lluvias han dejado millones de damnificados y más de 1.000 muertos, en otros puntos del continente.
Las inundaciones de Pakistán afectan ya a más de 13 millones de personas, y la cifra aumenta ya que las regiones inundadas se expanden hacia el noreste.
Por otro lado, las riadas que han afectado a la región india de Cachemira, mantienen a 30 turistas españoles en paradero desconocido.