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Barak contradice a Netanyahu y dice que sí se estudiaron aspectos operativos del asalto a la Flotilla

  • El ministro de Defensa asume toda la responsabilidad
  • El lunes el primer  ministro, Netanyahu, defendió la legalidad del ataque
  • Amenaza con boicotear la comisión de la ONU si declaran soldados

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Israel mantiene que los militares abrieron fuego debido a la resistencia que con palos y cuchillos presentaron los activistas al abordaje.
Israel mantiene que los militares abrieron fuego debido a la resistencia que con palos y cuchillos presentaron los activistas al abordaje.

El ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak, ha contradicho este martes las declaraciones del primer ministro Benjamín Netanyahu ante la Comisión Turkel, al afirmar que el Gobierno sí estudió los aspectos operativos que rodearon al asalto a la Flotilla de la Libertad.

"La decisión de parar la flotilla, que tomaron el primer ministro y el gabinete de siete ministros, se hizo después de estudiar toda la situación y los dilemas" que planteaba, ha declarado Barak ante la comisión, y ha añadido que el debate entre los miembros más destacados del Ejecutivo "no se limitó a los aspectos mediáticos de frenar la flotilla, sino también a los aspectos militares".

Esta afirmación contradice el testimonio ofrecido por Netanyahu ante la comisión que investiga el asalto a la flotilla el pasado 31 de enero, que se saldó con la muerte de nueve civiles turcos, quien afirmó que los miembros de su gabinete "no trataron los detalles de la operación más allá del impacto mediático" que esta podría tener.

El ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak, ha asumido este martes ante la Comisión Turkel "toda la responsabilidad" por las órdenes dadas para el asalto a la Flotilla de la Libertad, que acabó con la muerte de nueve civiles turcos.

Barak ha comparecido esta mañana ante la comisión que investiga el abordaje después de que lo hiciese el lunes el primer ministroBenjamín Netanyahu, que desató una ola de críticas al declarar que él se encontraba de viaje, y que fueron el titular de Defensa y el Ejército quienes se ocuparon de "los aspectos técnicos"de la operación, informó el servicio de noticias Ynet.

Tras los reproches a las declaraciones de Netanyahu, su oficina se vio obligada a difundir un comunicado aclaratorio en el que éste admitía que "la responsabilidad en su conjunto es siempre mía, esté en Israel o no".

No a las declaraciones de soldados

La llamada Comisión Turkel fue creada a mediados de  junio para investigar los hechos ocurridos el pasado 31 de mayo, cuando  comandos de élite israelíes interceptaron en aguas internacionales seis  barcos de la Flotilla de la Libertad que pretendían romper el bloqueo  marítimo a Gaza transportando ayuda humanitaria a la franja.

Israel anunció la semana pasada que colaborará  con una investigación internacional de los  hechos, impulsada por  el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon,  que encabezarán el ex  primer ministro de Nueva Zelanda Geoffrey Palmer y  el ex presidente de  Colombia Álvaro Uribe.

Sin embargo, ha amenazado con  boicotearla si pide que se interroguen a sus soldados, tal y como había  insinuado el máximo dirigente de Naciones Unidas.

Además, el  estado hebreo no colaborará con otra investigación impulsada por el  Consejo  de Derechos Humanos de la ONU, que considera sesgado en su  contra y que  designó en junio a tres expertos para integrar una misión  de  investigación independiente sobre las violaciones de derechos  humanos  cometidas durante el ataque.

Uno de los querellados por los españoles

A finales de julio, los activistas españoles presentes en la Flotilla de la Libertad (Manuel Tapial, Laura Arau y David Segarra) presentaron  una querella en la Audiencia Nacional contra el primer  ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Ehud Barak, ministro de Defensa, otros cinco miembros del Gobierno  y un alto cargo militar.

La querella les acusa de delitos  de lesa humanidad  en el asalto contra el convoy humanitario en aguas  internacionales que acabó con la vida de nueve activistas y una decena  de heridos.

El violento abordaje provocó fuertes críticas de la comunidad   internacional, que pidió el fin del bloqueo a Gaza. En junio, Israel   anunció que permitiría la entrada de todo tipo   de productos en la franja palestina por tierra (a excepción de   armas y aquellos que considere que podrían tener un uso militar), pero   que mantendría el cerco por mar y aire.