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Nuevas ideas para una geolocalización más útil

  •  La geolocalización en móviles tiene múltiples aplicaciones
  • Los problemas de privacidad y seguridad no son fáciles de evitar
  • El mayor problema al que se enfrentan es el consumo de energía

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Neer ofrece a sus usuarios varias opciones de privacidad a la hora de mostrar su localización
Neer ofrece a sus usuarios varias opciones de privacidad a la hora de mostrar su localización

Muchos teléfonos móviles inteligentes llevan ya el receptor GPS de posicionamiento integrado de serie, algo que está dando lugar al surgimiento de nuevas e interesantes aplicaciones. Además de servir para mirar los tradicionales mapas de la ciudad o guiarse a través del tráfico, los desarrolladores han creado utilidades de todo tipo y a la vez encontrado nuevos problemas 'sociales' al hacerlo, por llamarlos de alguna manera.

Compartir la ubicación personal a través de una red social puede parecer en principio una buena idea: los amigos pueden saber por dónde andas o ser útil en ciertos tipos de trabajo, por no hablar de los padres a los que les  gustaría 'controlar' a sus hijos con esta función.

Sin embargo, compartir esta información con desconocidos es considerada por algunos como una invitación para que roben tu casa: los hipotéticos ladrones no tienen más que revisar el 'hilo temporal' de por dónde anda la gente que comparte su posición y la publica a través de las redes sociales para saber cuándo su casa está vacía.

El principal problema: la privacidad

Este problema relativo, como todo, no solo aqueja a servicios especializados como Google Latitud; también las redes sociales como Twitter o Facebook pueden ser un buen barreño en el que pescar incautos aquejados de exceso de verborrea sobre por dónde andan a cada instante. El problema de fondo es que esa información, la geolocalización exacta, está disponible en abierto para todo el mundo de forma continua.

En el extremo opuesto están redes sociales a modo de juego como foursquare, donde los usuarios tienen que hacer explícitamente un check-in o chequeo cada vez que entran a un lugar determinado de la ciudad, para acumular puntos.

Aunque el problema es el mismo, es un sistema más 'seguro': la posición sólo queda compartida con los amigos seleccionados de la red social y hacerlo es totalmente voluntario. Sin embargo, una aplicación en la que hubiera que ir marcando continuamente cuándo se entra o sale de casa o de la oficina sería poco práctica.

Las opciones de Neer

Un posible avance en este sentido son nuevas ideas como las de Neer, que actualmente se puede descargar para teléfonos Android y pronto estará para iPhone y en versión web también.

En esta aplicación de geolocalización el usuario define mediante nombres las ubicaciones en que se puede encontrar: en "casa", en la "oficina", en el "gimnasio", en "casa de los abuelos"¿ Esta información es la que llega a las personas de su red social, pero sin datos exactos como las coordenadas o las direcciones de las calles.

Se trata de una especie de "muro de protección de privacidad" que puede hacerse tan complejo como uno quiera, dado que se pueden definir múltiples lugares y asignarles cualquier nombre con unos pocos 'clics'.

Conscientes además de que la necesidad de compartir esa información tan personal es algo muy delicado, los creadores de Neer ofrecen además varias opciones interesantes: por un lado, la ubicación se puede compartir sólo con personas de confianza, agrupando los contactos de la red social en varios niveles (familia, conocidos, trabajo, etcétera) e incluso eligiendo individualmente quién la verá y quién no; por otro, se pueden programar horarios en los que se comparta la geolocalización y otros en los que no.

Alertas según la localización

Tal vez queramos indicar a la gente de la oficina dónde estamos durante el día, pero a partir de las cinco de la tarde ese dato pasa al ámbito privado.

Otra idea ingeniosa en este terreno es la de una aplicación para Android, gratuita, llamada Boundary Reminder, que funciona como sistema de alerta: basta definir ciertos puntos y radios de acción en el mapa a modo de las alertas: éstas se disparan no tanto por la hora como por la proximidad: cuando el usuario se encuentre cerca de la ubicación señalada, al entrar o salir de ella.

Es una forma ingeniosa de que el teléfono nos avise de comprar el pan cuando pasamos cerca de la panadería, de encender la calefacción al llegar a casa o de no olvidar el maletín con documentos al dejar la oficina: sólo cuando realmente es práctico el aviso.

Retos tecnológicos

¿El problema de todas estas interesantes aplicaciones? Temas de privacidad aparte, compartir continuamente la posición en el mapa requiere llevar el GPS encendido constantemente en el móvil. Eso hace que el consumo de batería se dispare, por no hablar del recalentamiento que sufren algunos modelos, reduciendo la autonomía del aparato a unas pocas horas.

Aunque el consumo de los chips GPS que incorporan se ha reducido notablemente, y se pueden usar algunos trucos para que consuman menos, éste es todavía el mayor problema al que se enfrentan los creadores de estas aplicaciones: hacer que la información fluya constantemente pero sin suponer un consumo excesivo.

Mientras tanto, es bueno que sigan aportando ideas en forma de software ingenioso y con nuevas aplicaciones prácticas.