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Save the Children cifra en 40.000 los españoles que realizan anualmente turismo sexual pederasta

  • Unicef actuó en Sudáfrica contra este problema de modo preventivo
  • Las ONGs conciencian a la sociedad de que es un delito

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España es uno de los países consumidores de turismo sexual pederasta, según ha denunciado la coordinadora de derechos de la infancia de Save the Children, Liliana Orjuela. Hasta 40.000 españoles realizan cada año este tipo de viajes, según los datos de esta ONG recogidos por la revista Vida Nueva.

Orjuela señala que hay países donde la legislación contra el turismo pederasta es más "relajada"..

A los fotógrafos que hicieron las fotos les pideron que se pusieran física o simbólicamente a un metro veinte centímetros del suelo.

El responsable de derechos de la infancia de Unicef España, Gabriel González Bueno, ha señalado que la encuesta 'Actitud de la sociedad española ante la práctica de la explotación sexual infantil en los viajes', realizada junto a la Asociación catalana por la Infancia maltratada (ACIM) en 2006, el 10 por ciento de los 1.200 encuestados conocía a alguien que había viajado a un país "para tener relaciones sexuales con menores de edad".

En 1998 se elaboró el 'Código de conducta del sector turístico para la protección de niños, niñas y adolescentes contra la explotación sexual en los viajes y en el turismo' para luchar contra este problema.

Las empresas turísticas apoyan el Código

Unicef ha apoyado este Código desde su elaboración y tres empresas turística españolas se han adherido a él: Hoteles Sol Meliá & Resorts, Hoteles Barceló & Resorts y Viajes Mogador.

Save the Children y Unicef han trabajado conjuntamente con los gobiernos de los países donde el turismo pederasta es un asunto que está a la orden del día.

Save the Children ha trabajado en campañas de prevención y de apoyo para la formulación de planes "de tal modo que a nivel estatal haya medidas específicas de sensibilización y protección, pero también la promoción del trabajo de cooperación policial mundial", ha señalado Orjuela.

Se trata de Joseph Kraus Karl, un ciudadano australiano nacido en Alemania. Está acusado de abusar de cuatro niñas de entre siete y catorce años.

Por su parte, Unicef ha trabajado con "eficacia" en algunos países como la República Dominicana, uno de los destinos preferidos de los pederastas españoles según indica Orjuela, y ha contribuido a cambiar las leyes en países que históricamente "han tenido fama de ser destino de turismo sexual infantil, como Tailandia".

Asimismo, Unicef ha colaborado en la lucha contra el turismo pederasta en países no identificados habitualmente con este problema. Este es el caso de Sudáfrica, un país en el que, como señala González-Bueno, se actuó de manera preventiva durante la celebración del Mundial de Fútbol.

España no se libra del problema

Según estudios previos, había entre 28.000 y 30.000 menores de edad, la mayoría con edades comprendidas entre los diez y los catorce años, "que podían estar inmersos en temas de explotación sexual" en Sudáfrica.

Pero este problema no es ajeno a España. Según información de ACIM, durante el periodo 2002-2006, la Guardia Civil española "detectó 2.749 casos de tráfico de menores, de los que cerca de 750 fueron únicamente con fines de tráfico sexual" y en el pasado mes de julio "siete menores fueron rescatadas de redes de prostitución en Cataluña".

Bangladesh es uno de los países más pobres del mundo. En Dhaka, su capital, más de medio millón de niños sobreviven en las calles. La mayoría están solos y son víctimas de malos tratos y violaciones.

Un mensaje en el que tanto Save the Children como Unicef coinciden es que "la utilización de niños y adolescentes en actividades sexuales remuneradas y otras formas de explotación sexual son formas de vulneración de derechos de la infancia, y ante todo, son un delito".

Además, González-Bueno recuerda que el objetivo de la campaña 'No hay excusas', de Unicef España, era "contribuir al conocimiento de la sociedad española sobre este problema y que la explotación sexual de menores de edad es un delito".

Concienciar a los niños

Como asegura Orjuela, el turismo sexual infantil se define a nivel internacional como la explotación por parte de una persona o un grupo de personas que viajan fuera de su país con la intención de mantener relaciones sexuales con menores de edad que pueden implicar algún tipo de remuneración en dinero o en especies, y en muchas ocasiones el objetivo no es específicamente tener relaciones sexuales con niños".

Por ello, González-Bueno explica que parte de las actividades de Unicef pretenden enseñar a los niños para que sean capaces de prevenir este tipo de situaciones, "explicarles lo que supone que un adulto se acerque a ellos, sus intenciones y las consecuencias que tienen la explotación y el abuso sexual".

Según esta organizacion, más de 200 millones de niños y niñas son obligados a prostituirse. Consumir pornografia en internet, advierte Unicef, es un delito.

Ambas ONG recalcan que la explotación sexual y comercial infantil existe porque "hay oferta y demanda", y uno de los mayores problemas para indagar en el problema y solucionarlo, tanto en España como en el resto de países, es que se trata de una actividad clandestina.

Asociado a la pobreza

Asimismo, González-Bueno asegura que cuando se reforzó la persecución policial y judicial en Tailandia el problema se trasladó a países vecinos como Camboya y Vietnam, por lo que coincide con Orjuela y señala que aún es necesaria "una colaboración internacional y homogénea".

En este sentido González-Bueno asegura que la corrupción instalada en las autoridades de algunos países "es un obstáculo en la lucha contra este problema".

Asimismo, Orjuela asegura que el consentimiento familiar no se produce tanto por ser una costumbre, sino que está más asociado "a la desigualdad y a la pobreza".