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Una bacteria, la causa de la muerte masiva de ciervos en Castilla y León

  • La pasteurelosis es la causante de la muerte masiva de estos ejemplares
  • Es una enfermedad "conocida" que afecta al tracto respiratorio de los animales
  • Suele 'activarse' de manera sensible por los cambios bruscos de temperatura

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Una manada de ciervos liderada por el macho
Una manada de ciervos liderada por el macho

Tras varios días de análisis e investigaciones, el Centro Nacional de Veterinaria (Algete, Madrid) ha confirmado que la pasteurelosis, una enfermedad originada por una bacteria 'comensal' -pasteurella-, es la causa de la muerte masiva de ciervos registrada en los últimos días en las provincias de Zamora y León.

Esta bacteria, que se ha encontrado en las muestras analizadas, reside de forma habitual en el tracto respiratorio de los animales y se activa, de manera sensible, "por los cambios bruscos de temperatura", como ha señalado hoy lunes Juan José Badiola, presidente del Consejo General de Veterinarios de España.

En estas últimas semanas, en la Sierra de la Culebra, donde han aparecido muertos más de 100 ejemplares, los cambios han sido intensos. Frío por la noche, muchos calor por la mañana, y variaciones de más de 20 grados en un mismo día, más de 30 durante el mediodía y menos de 10 durante la madrugada.

Badiola, que ya antes de conocer el diagnóstico apuntaba a la pasteurelosis como causa probable de la muerte de los ciervos, ha lanzado un mensaje de tranquilidad, porque se trata de "una enfermedad de toda la vida", que no se contagia de una especie a otra y que también es raro que se transmita de un animal a otro, aunque sí afecta indistintamente a machos y hembras de todas las edades.

Las últimas informaciones facilitadas por el Gobierno regional, el pasado viernes, cifraban en 102 ciervos muertos en la sierra zamorana de la Culebra y la leonesa de La Cabrera, de entre los 6.000-7.000 ejemplares que existen en la comunidad autónoma.

Además, según señalaron estas mismas fuentes, durante la semana pasada no se registró ninguna nueva muerte, por lo que parecía que "el brote estaba remitiendo y prácticamente había desparecido".

La mayoría de las muertes se iniciaron en la Sierra de la Culebra, donde aparecieron 37 ciervos muertos. La bactería se extendió por los diferentes cotos de la provincia, algunos de ellos limítrofes con Portugal, y también provocó la muerte de casi medio centenar de ejemplares en diferentes cotos privados.

Por el momento, tres laboratorios diferentes, el Regional de Sanidad Animal de León, el Central de Sanidad Animal de Granada y el Central de Veterinaria de Algete, trabajan para analizar las características de la enfermedad y la manera de atajarla.