Fallece Francesco Cossiga, el octavo presidente de la República italiana, a los 82 años
- Fue ingresado el 9 de agosto por una insuficiencia leve
- Su mandato duró desde 1985 hasta 1992
El ex presidente de la República italiana (1985-1992) y senador vitalicio Francesco Cossiga ha muerto a los 82 años en el Hospital Agostino Gemelli de Roma, donde fue ingresado el pasado 9 de agosto. Cossiga fue hospitalizado por una leve insuficiencia cardiorrespiratoria, pero sus condiciones empeoraron los días siguientes y ha fallecido debido a una crisis cardiocirculatoria, según ha informado el hospital.
Durante su hospitalización, el ex Jefe de Estado recibió la visita de numerosas figuras políticas y del actual presidente de la República, Giorgio Napolitano, mientras que el Vaticano envió de parte del papa Benedicto XVI a monseñor Rino Fisichella.
Tras conocer la noticia de su muerte, los máximos cargos institucionales del país están suspendiendo sus vacaciones para acudir a Roma, donde, presumiblemente, se celebrará el Funeral de Estado que corresponde a los presidentes de la República.
El democristiano nació en Sassari (Cerdeña) el 26 de julio de 1928 y fue elegido el octavo presidente de la República italiana con 57 años, convirtiéndose así en el político más joven que ha ocupado este cargo. Cossiga fue además primer ministro de 1979 a 1980 y ocupó la cartera del Interior de 1976 a 1978, año en el que dimitió tras el asesinato por parte de las Brigadas Rojas del líder democristiano Aldo Moro.
Reconocimiento de amigos y adversarios
El ministro de Obras Públicas y Transportes, Altero Matteoli, ha destacado que Cossiga fue "un político de gran calibre y un jefe de Estado que supo anticipar el cambio". Para el ministro de Actuación de Programa, Gianfranco Rotondi, el ex jefe de Estado fue "la voz más importante del catolicismo europeo".
También sus históricos adversarios ha definido a Cossiga como un "enemigo duro, pero leal", tal y como reconoció el secretario del Partido de los Comunistas Italianos (PDCI), Oliviero Diliberto, al explicar que "fue un anticomunista convencido, pero siempre nos respetó". "Con él hemos tenido momentos de enfrentamiento y agrios conflictos, pero vividos con respeto recíproco y lealtad. En estos últimos años, nos ha unido una gran amistad, de la que estoy muy agradecido", afirmó el ex presidente del Gobierno y miembro del progresista Partido Demócrata (PD), Massimo D'Alema.