La UE vigilará "muy de cerca" las deportaciones de gitanos ordenadas por Sarkozy
- Asegura que deben basarse en en "una decisión fundada"
- Francia asegura que son salidas "voluntarias"
La Unión Europea analizará la campaña del gobierno francés para expulsar a los miembros de la comunidad gitana romaní para asegurarse de que respeta las normas, según ha comunicado Matthew Newman, el portavoz de la comisaria de Derechos Humanos y Justicia, Viviane Reding.
"Estamos vigilando la situación muy de cerca para asegurarnos de que las reglas se respetan", ha asegurado Newman.
Evitar las deportaciones ilegales
"Si un Estado deporta a alguien, debemos estar seguros de que es de una forma proporcional. Tiene que deberse a una decisión fundada, con una base, y no darse sobre toda una población", ha sentenciado el portavoz.
El portavoz también ha explicado que una directiva comunitaria del año 2004 establece la libertad de circulación y residencia de los ciudadanos comunitarios en cualquier país de la UE, aunque también incluye restricciones, una de las cuales estipula que las personas deben tener "recursos suficientes" para mantenerse en ese país.
Otra portavoz comunitaria, Amelia Torres, ha recalcado que la Comisión Europea "ha defendido de forma constante la necesidad de la integración social" de los gitanos.
El Gobierno francés ha fletado mañana un primer avión que repatriarán a Rumanía 79 gitanos rumanos procedentes de los campamentos ilegales que las autoridades están desmantelando por todo el territorio.
Sin embargo, ninguna norma impide que puedan volver a Francia -o a cualquier otro país de la UE- si lo desean, donde pueden residir de forma legal durante 90 días antes de que puedan volver a ser expulsados por no disponer de recursos.
Llegada a Rumanía
Mientras, sumando a esos 79 gitanos rumanos, Rumanía espera en los próximos días la llegada de 371 expulsados de Francia, según ha comunicado este miérrcoles en Bucarest el secretario de Estado rumano, Valentin Mocanu, en declaraciones a la agencia de noticias "Mediafax".
Después de los que lleguen mañana, otros 132 llegarán el próximo día 20, mientras que los restantes 160 lo harán el 26 de agosto, ha precisado el representante del Gobierno rumano.
Mocanu, quien negocia la polémica expulsión con las autoridades franceses, ha asegurado que estas personas regresan voluntariamente a su país de origen.
El gobierno francés pretende expulsar en total a 700 personas de origen romaní (gitanos de Europa del Este), principalmente a Rumanía pero también algunos a Bulgaria.
El desmantelamiento de campamentos ilegales de gitanos y la expulsión de estas personas, todas ellas ciudadanos de la Unión Europea (UE), ha causado gran polémica dentro y fuera de Francia.
Expulsar a ciudadanos comunitarios de otro país de la UE sólo es posible si existen peligros para la seguridad pública, pero no permite una repatriación masiva bajo criterios étnicos.
Según París, se trata de deportaciones "voluntarias" que aceptan irse a cambio de un billete de avión y 300 euros por adulto y 100 euros por niño. En 2009, según las autoridades francesas, unos 10.000 rumanos y búlgaros se acogieron a esas ayudas y regresaron a sus países.
Eso sí, en muchos casos, estas personas acabaron volviendo a Francia, reconocen las autoridades galas.