El vertido de BP en el Golfo de México ha creado una columna de 35 kilómetros de residuos
El vertido del pozo de BP en el Golfo de México liberó una columna de hidrocarburos de más de 35 kilómetros de largo y 200 metros de altura, situada a 1.100 metros de profundidad, según un estudio publicado este jueves en 'Science'.
La Institución Oceanográfica Woods Hole (WHOI) señala en el estudio que la explosión y el hundimiento de la plataforma petrolífera 'Deepwater Horizon' el pasado mes de abril creó una columna de residuos cuya degradación natural será muy lenta.
El equipo de WHOI calculó las dimensiones de la columna a partir de 57.000 análisis químicos realizados en junio durante una expedición a bordo de un submarino que alcanzaba los 4.500 metros de profundidad.
"No sólo hemos demostrado de forma concluyente que existe una columna, sino que hemos definido su origen y su estructura aproximada" explicó a 'Science' Richard Camilli, uno de los científicos de WHOI, que señaló que las columnas de residuos "eran, hasta ahora, meras teorías en literatura" científica.
Niveles de hidrocarburos "significativos"
Camilli, que es además el principal autor del estudio, añadió que los niveles de hidrocarburos detectados en la columna son "detectables y significativos". El equipo recorrió la columna en zigzag 19 veces para determinar su tamaño, forma y composición.
En el laboratorio comprobaron que las muestras contenían concentraciones de hidrocarburos, entre ellos benzeno, tolueno, etibenzeno y xilenos, de más de 50 microgramos por litro.
La conclusión que publica 'Science' es distinta a la obtenida por el Gobierno de Estados Unidos, que el pasado 4 de agosto presentó un informe científico según el cual un 74% de los 4,9 millones de barriles de petróleo que se derramaron al océano se ha recogido, quemado, evaporado o descompuesto por procesos naturales.
Conclusiones distintas a las del Gobierno
"Se ha difundido el rumor de que las partículas de petróleo se estaban degradando natural y fácilmente. Nosotros no hemos visto eso. Hemos visto que siguen ahí", aseguró camille.
Además los científicos no encontraron 'zonas muertas', áreas desprovistas de oxígeno en las que no pueden sobrevivir peces u otros animales marinos.
Pero el geoquimico de WHOY Benjamin Van Mooy ha advertido de que los hidrocarburos podrían persistir un tiempo y el petróleo sería transportado "a distancias considerables antes de disolverse".
El sellado finalizará en septiembre
Por su parte, BP pondrá en marcha su operación final para rematar el sellado del pozo a principios de septiembre, según ha señalado Thad Allen, el encargado de la respuesta del Gobierno de EEUU al vertido.
Allen se mostró reticente el pasado miércoles a señalar una fecha límite para concluir la operación 'Bottom Kill', que concluirá el sellado, pero este jueves ha indicado que se pondrá en marcha "la semana posterior al Día del Trabajo", que se celebrará el 6 de septiembre.
El almirante retirado ha emitido una directiva por la que autoriza a BP a reemplazar el preventor del pozo, es decir, el sistema de válvulas que impide que la presión se descontrole.
El avance de la operación de sellado se había retrasado hasta ahora por la indecisión de los expertos respecto a si debían cambiar antes el preventor fallido, situado en la cabeza del manantial.
Comprobaciones antes del reemplazamiento
Antes de proceder a reemplazarlo, los equipos de ingenieros deben completar un análisis de la presión ambiental en el depósito, que comenzó la mañana del jueves y durará 48 horas, según ha confirmado Allen.
Los ingenieros están preocupados por la posibilidad de que el cemento con el que sellaron la boca del manantial hace dos semanas haya atrapado "hasta 1000 barriles en el espacio que separa la tubería principal del pozo y las capas que la protegen.
Para aclarar estas dudas, el Gobierno dará luz verde en los próximos días a una operación llamada "de pesca", que evaluará él estado de la tubería antes de cambiar el preventor y comprobar su resistencia.