Sensores químicos inspirados en las alas de las mariposas
Ciencia al Cubo
El nacimiento de perritos fluorescentes, la muerte de una chimpancé calva, qué son las neuronas espejo, el origen de los ojos azules o por qué nos salen canas. De la mano de América Valenzuela, en 'Ciencia al Cubo' pueden escuchar las historias más variopintas sobre temas científicos de actualidad. Emisión en Radio 5: Lunes a viernes 10:07; Sábados 09:22 / 17:52 / 21:06; Domingos 09:22 / 17:55
Los científicos de la General Electricy del Pentágono están decididos a crear un dispositivo artificial que imite uno de los diseños de la naturaleza más sorprendentes y útiles. Se trata de las escamas de las alas de una de las mariposa más bellas que existen.
En 2007 un equipo de científicos descubrió que las escamas de las alas de las mariposas del tipo Morpho, cambiaban de color en función de las sustancias presentes en el aire que las rodeaba. Esta capacidad hizo que los científicos pensaran en las múltiples posibilidades para los humanos de un dispositivo artificial igual que el natural.
La idea de los ingenieros es crear sensores de esas dimensiones ínfimas (miden 5 milésima de milímetro) y que sean capaces de identificar con precisión cantidades muy bajas de sustancias químicas peligrosas, como pueden ser explosivos.
Han anunciado estos días que ya hay dinero destinado al proyecto. Más de seis millones de dólares. El mayor reto es la construcción de un dispositivo tan pequeño. Por eso, la mayor parte del proyecto consistirá en desarrollar las herramientas necesarias para poder hacerlo.
Entre las múltiples aplicaciones, están las de uso militar. Las escamas podrían ser incorporados a la ropa. Los retales cambiarían de color si detectan alguna amenaza biológica o química.
También podrían lanzarse sobre grandes regiones a modo de confeti para ayudar a los militares a identificar las zonas donde hay ciertas sustancias químicas peligrosas...
Fuera del ámbito militar podrían usarse para controlar la contaminación en las áreas circundantes a instalaciones industriales o para identificar la presencia de microorganismos en las cercanías de los alimentos e incluso, apuntan, ya puestos a buscar utilidades al artefacto, para detectar una enfermedad a través del aliento de un individuo. Por el momento, esto no son más que posibilidades teóricas. El dispositivo aún ni siquiera ha sido diseñado.
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