El incendio de Benirràs ha arrasado ya 400 hectáreas de pinar de la isla de Ibiza
- Se originó por una negligencia en una cueva, dice el Gobierno balear
- Un centenar de personas sigue sin poder regresar a casa
- El incendio sigue sin control después de un cambio de viento
El incendio que desde el pasado domingo afecta a un área boscosa de la zona de Benirràs, en el municipio ibicenco de Sant Joan, ha quemado ya unas 400 hectáreas de una zona natural en Ibiza, según una estimación provisional del Govern balear, que ha declarado el nivel 2 al afectar a núcleos habitados y ha pedido más medios de extinción al Ministerio de Medio Ambiente.
El fuego, el de mayor alcance de los últimos años en Baleares, se ha reavivado durante la noche y se ha extendido en dirección norte hacia la zona de Punta Xarraca. Pese a que trabajan en él 300 efectivos terrestres y 14 medios aéreos, aún no ha sido controlado.
Fuentes del Instituto Balear de la Naturaleza (Ibanat) han indicado que a mediodía se sumarán a los trabajos de extinción dos helicópteros y 18 especialistas de la Brigada de Incendios Forestales del Ministerio de Medio Ambiente.
Una negligencia en una cueva
El consejero de Medio Ambiente y Movilidad, Gabriel Vicens, ha revelado que el incendio originado este domingo en la cala ibicenca de Benirrs fue provocado por una negligencia en una cueva cercana a la zona en la que se encontraban los coches estacionados y, por tanto, no fue la explosión de uno de estos vehículos lo que causó las llamas, tal como se pensó en un principio.
Así, alrededor de la citada cala, ubicada en la localidad ibicenca de Sant Joan de Labritja, hay varias cuevas en las que reside una comunidad hippy y fue en una de ellas en las que se produjo la citada negligencia que provocó el incendio.
Un cambio en la dirección del viento, las altas temperaturas y la orografía facilitaron que el fuego se reavivara en la tarde del lunes, cuando se pensaba que estaba prácticamente controlado. El viento amainó por la noche y cambió su dirección hacia el mar, lo que hace más fáciles ahora las labores de extinción.
Un centenar de personas, sin poder volver a casa
Unos 200 efectivos de las brigadas forestales de Baleares y de la Unidad Militar de Emergencias se han turnado durante la noche para intentar controlar el incendio.
Los medios aéreos, que no han podido acompañar a los bomberos por la falta de visibilidad provocada por el humo, se han incorporado a primera hora al trabajo para apagar las llamas que hay en zonas innacesibles desde tierra.
Según adelanta RNE, hay todavía un centenar de personas que no pueden regresar a sus casas. Las llamas obligaron el lunes a evacuar a 60 personas residentes en unas 25 casas de la zona y a los 35 ocupantes de un hostal, quienes han sido realojados bajo la tutela del Consell de Ibiza y el Ayuntamiento de Sant Joan.
Un "desastre ecológico"
El incendio, que podría haber arrasado ya más 150 hectáreas de pinar, se inició en la tarde del domingo en el municipio de Sant Joan de Labritja junto a la playa de Benirràs, de la que tuvieron que ser evacuadas unas 1.500 personas y donde quedaron calcinados 24 vehículos que estaban en el aparcamiento.
Además, cuatro bomberos han resultado heridos desde el inicido del fuego, tres de ellos por inhalación de humos y uno por un golpe de calor.
El presidente del Govern, Francesc Antich, y el conseller de Medio Ambiente y Movilidad, Gabriel Vicens, se encuentran en Ibiza desde el domingo por la noche y Antich calificó el suceso de "desastre ecológico".
Tranquilidad en Mallorca
El incendio declarado la pasada tarde en Mallorca, en la localidad de Santa Margalida ha sido controlado esta mañana después de que haya afectado a 140 hectáreas fundamentalmente de monte bajo y acebuche.
Según los últimos cálculos de la Consellería de Medio Ambiente, de las 140 hectáreas afectadas por el incendio, 125 son de monte bajo y acebuche, mientras que las otras quince hectáreas son agrícolas.
Por otro lado, ha sido extinguido el otro fuego iniciado este lunes en la isla, en el parque natural de S'Albufera, en el municipio de Alcudia, que ha quemado tres hectáreas.