'Escalofrío', Una mezcla de 'Seven' y 'El silencio de los corderos'
- Una novela gráfica que narra una serie de asesinatos rituales
- Es obra del guionista Jason Starr y el dibujante Mick Bertilorenzi
Tan espantosos en la realidad como fascinantes en la ficción, los asesinos en serie han protagonizado historias inolvidables como Psicosis, El silencio de los corderos, Seven o Dexter, por citar solo algunos ejemplos. Y a los que ahora se suman los protagonistas de Escalofrío (Panini), de Jason Starr y Mick Bertilorenzi, el tercer título de la magnífica línea editorial Panini Noir.
El protagonista de Escalofrío es un asesino en serie cuya brutalidad recuerda por momentos al de Seven, pero lo que diferencia a este tíulo de los otros de la línea Panini Noir es que tiene un marcado componente paranormal, como en Expediente X, ya que los crímenes son cometidos por un asesino que sigue los antiguos rituales célticos, sembrando Nueva York de cadáveres.
El guionista, Jason Starr, es un popular escritor americano especialista en la novela negra ( The Follower, Panic Attack...), que debuta en el cómic a lo grande, con una obra ambiciosa que combina a la perfección los géneros negro y de terror.
Starr se ha documentado exhaustivamente para recrear los rituales celtas con los que el psicópata acaba con sus víctimas, prestando especial atención a todo lo relacionado con los árboles, sobre los que giraba la mitología céltica.
Y no se ha cortado un pelo a la hora de mostrar la violencia y el sexo cuando la historia lo requiere, poniendo de manifiesto que este es un relato de pasiones desaforadas, de mitos y creencias, de crímenes y brutalidad, no apto para mojigatos.
Un dibujante excepcional
Para trasladar al papel los crímenes de esta especie de Druida enloquecido, Starr ha contado con la complicidad del dibujante italiano Mick Bertilorenzi, cuyo estilo realista sirve para dotar de credibilidad a los entresijos de la investigación policiaca y crear escenas de auténtico horror en los asesinatos.
Bertilorenzi convierte el cómic en una auténtica novela negra gracias a su manejo de los grises, con una escala tan amplía que le sirve para reflejar todo tipo de iluminaciones y de emociones. Y es que en color no habría sido lo mismo.
Destacamos también la estupenda planificación de las páginas y los ángulos visuales de las viñetas, a veces espectaculares, pero siempre al servicio de la narración.
A destacar la caracterización de los personajes, tanto por parte del guionista como del dibujante, que dan una vuelta de tuerca a los tópicos para mostrarnos un asesino fascinante, unos policías absolutamente creíbles y, sobre todo, una mujer fatal, Arlana, cuyas apariciones nos hacen temer lo mejor y lo peor, ya que por donde pasa le siguen el crimen y la violencia.
En resumen, una lectura apasionante que nos hace esperar, con impaciencia, los próximos títulos de esta estupenda línea de cómics de serie negra.