El asalto de milicianos islamistas a un hotel en Somalia deja al menos 33 muertos
- Seis de las víctimas son parlamentarios
- El ataque muestra la debilidad del Gobierno somalí
Varios hombres armados con uniformes del ejército han tomado un conocido hotel de la capital de Somalia frecuentado por altos cargos del Gobierno y han asesinado a al menos 33 personas, entre ellos seis diputados.
La milicia islamista radical de Al Shabaab relacionada con Al Qaeda es la principal sospechosa del ataque, ya que ha estado luchando contra el frágil gobierno prooccidental durante tres años y controla la mayor parte de la ciudad.
"La sangre de los muertos se ve desde fuera del hotel", ha declarado el ministro de Información, Abdirahman Osman, que ha detallado que uno de los hombres armados ha sido capturado mientras que los otros dos se han inmolado mientras aún se oyen disparos y explosiones en la zona.
"Algunos de los diputados tenían pistolas en sus habitaciones y se defendieron ellos mismos antes de que las fuerzas de seguridad llegasen", ha declarado una fuente anónima de seguridad.
El ataque llega cuando este mismo lunes la Unión Africana había anunciado la llegada de cientos de nuevas tropas de paz, en su mayoría ugandesas, para ayudar al Gobierno en su lucha contra la milicia islamista.
Un conflicto sangriento
La fuerza de paz solo ha sido capaz hasta ahora de proteger el aeropuerto y el puerto y proteger al presidente del país, Sheikh Sharif Ahmed.
Según fuentes de la seguridad somalí, más de 300 hombres armados de Al Shabaab viven en el barrio de Elgaab, muy cercano a la zona donde está localizado el hotel.
"Se visten como civiles que llevab diferentes negocios y trabajan en restaurantes y tiendas", detalla la misma fuente.
Los insurgentes no solo controlan la mayoría de la capital; también grandes áreas del centro y el sur de Somalia e incluso se han atrevido a atacar en el extranjero, con un sangriento atentado contra Uganda.
Más de 21.000 somalíes han sido asesinados desde el comienzo de la insurgencia, 1,5 millones han sido desplazados de sus casas y 500.000 se refugian en otros países de la zona.