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La odisea en el desierto de los cooperantes hasta llegar a territorio seguro en Burkina Faso

  • Atravesaron un recorrido plagado de traficantes y contrabandistas
  • "Fue un momento duro por rutas muy peligrosas", dice el Gobierno
  • Por ese motivo retrasó el anuncio de la liberación hasta llegar a zona segura

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Para los dos cooperantes terminan casi nueve meses de cautiverio y también la odisea de la vuelta a casa

La pesadilla que han vivido los cooperantes catalanes Roque Pascual y Albert Vilalta, secuestrados durante nueve meses por Al Qaeda del Magreb Islámico, no terminó en el momento de la liberación. Quedaba un "largo y peligroso" camino hasta llegar a territorio seguro, tal y como ha relatado la secretaria de Estado de Cooperación, Soraya Rodríguez.

Desde el último escondite en el que se encontraban los dos secuestrados, en el norte de Malí, hasta llegar a la capital de Burkina Faso, Uagadugú, aún les esperaba un recorrido por el desierto plagado de traficantes y contrabandistas.

"Fue un momento difícil y de mucho riesgo", ha señalado Rodríguez, quien ha añadido que las rutas eran "muy peligrosas".

Ese fue el motivo por el que el Gobierno no confirmó la liberación de los dos cooperantes hasta estar convencido de que se encontraban en una zona segura.

Una vez en la capital de Burkina Faso, los cooperantes pudieron reecontrarse con parte de sus familias. Según la secretaria de Estado de Cooperación se vivieron "momentos muy emotivos". En ese momento ya sólo cinco horas de avión hasta España les separaba de su hogar.

La liberación del secuestrador, pieza clave

La liberación del autor material del secuestro, Omar Saharaui, ha podido ser clave en el desenlace feliz del secuestro, aunque desde el Gobierno español no se ha ofrecido ningún detalle sobre la negociación desarrollada para la liberación.

Tampoco se sabe nada del supuesto pago de un rescate aunque el Gobierno de Burkina Faso ha negado este extremo. Sí dejan claro que las condiciones que impusieron los terroristas de Al Qaeda en el Magreb Islámico "fueron satisfechas", tal y como ha asegurado el coronel Gilbert Diendéré, el jefe del Estado Mayor particular del presidente burkinés.

El mediador mauritano Mustafa Chafi también ha sido una pieza fundamental en una liberación que se complicó con el asesinato del rehén francés el pasado julio tras el ataque fallido franco-mauritano para su liberación. Según ha relatado la secretaria de Estado de Cooperación, fueron momentos duros en los que se temió por la vida de los catalanes.