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Los talibanes buscaron un enfrentamiento directo con las tropas españolas en Afganistán

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Poner nerviosos a los agentes españoles para provocar un enfretamiento directo entre las tropas y la población civil. Éste era el objetivo de los talibanes, que orquestaron tanto el tiroteo, en el que murieron dos guardias civiles y su intérprete, como las protestas a las puertas de la base de la OTAN en la provincia de Badghis, según informan fuentes de Defensa a RTVE.es.

Fue el gobernador de la provincia de Badghis y máxima autoridad civil en la zona quien informó a la ministra Chacón de estos detalles en conversación telefónica.  

Además, las mismas fuentes descartan la información publicada por New York Times, que apunta a que el tiroteo se desató tras una dicusíón entre los agentes y el agresor, después de que éste se negara a entregar su arma antes de entrar en la base.

Según informan fuentes de Defensa, el  chófer del jefe de la Policía Nacional afgana también era oficial de policía, por lo que le estaba permitido introducir su arma en el interior del acuertalamiento. 

El tiroteo se desató cuando, tras aparcar su vehículo dentro de la base, el presunto asesino se dirigió al patio donde estaba dándose instrucción militar a los aspirantes a policías y se lió a tiros. En ese momento, en ese lugar se encontraban 7 de los 18 guardias civiles destinados a esa base Qala i Naw.

La rápida reacción de los agentes evitó que el asesino del capitán, el alférez y el intérprete se cobrase más víctimas.

Protestas "orquestadas" por los talibanes

En un primer momento, el propio Rubalcaba informó de que el presunto asesino llevaba cinco meses trabajando mano a mano con sus víctimas. Sin embargo, y tras la reunión de la cúpula de Interior y Defensa durante la tarde de ayer, se descartó esta posibilidad, tras mantener contacto telefónico con el gobernador de la provincia de Badghis.

Este reponsable afgano informó también a las autoridades españolas de que las protestas desatadas frente a la base tras el incidente, en la que participaron más de 200 personas, estaban orquestadas por los talibanes.

Cientos de afganos apedrearon la base, intentando derribar sus puertas e, incluso, atacándola con granadas. Su objetivo era conseguir hacerse con el cadáver del terrorista que ha iniciado el tiroteo, en el que han muerto los tres españoles.

Llegan a España los féretros

Por otro lado, los restos mortales de las tres víctimas han aterrizado a las 11.00 horas en el aeropuerto de Torrejón de Ardoz, Madrid, donde esperaban, entre otras autoridades, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

El avión, un Airbus blanco de la Fuerza Aérea Española, ha trasladado los féretros desde Afganistán -tras una parada en Tayikistán- del capitán José María Galera, el alférez Leoncio Bravo y el traductor Ataollah Taefik Alili. En él han viajado también el director general de la Policía y Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, y el jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general José Julio Rodríguez.

Esta previsto que esta tarde, a las 20.00 horas, se oficie el funeral por los dos guardias civiles en Logroño, lugar donde residían. Se prevé la asistencia de los Principes de Asturias. Además, también asistirán la ministra de Defensa, Carme Chacón, y de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

A los agentes se les concederá la Cruz al Mérito Militar con distintivo Rojo, máxima condecoración para los fallecidos en acto de servicio.