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EE.UU. alerta de que los talibanes planean atentar contra los extranjeros que ayudan en Pakistán

  • Así lo ha declarado un alto cargo de Washington a la cadena BBC
  • La ONU pide a las ONG que no abandonen el país 

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En las últimas horas otras 400.000 personas han tenido que ser evacuadas en Pakistán

Los talibanes planean atentados contra los  extranjeros que están en Pakistán para ayudar en los esfuerzos contra  las peores inundaciones que ha sufrido ese país en el último siglo, según ha informado este jueves la cadena pública británica BBC, que cita a un alto cargo no identificado de la administración estadounidense.

Según este funcionario, los talibanes paquistaníes quieren "cometer atentados contra extranjeros que participan en las actuales  operaciones de auxilio en Pakistán". De hecho, advierte de que son "las oficinas del Gobierno  federal en Islamabad" las que corren el riesgo de ser atacadas.

De acuerdo con la información de la que dispone el Gobierno de EE.UU.,  los Talibanes de Pakistán (Tehrik-e-Taliban) consideran a los  extranjeros como objetivo principal en la actual situación de caos en el  país, donde una amplia región sigue inundada.

Se trata de la primera advertencia que hace Washington sobre los  riesgos que afrontan los empleados extranjeros de las organizaciones  oficiales y no gubernamentales de asistencia humanitaria.

La ONU pide a las ONG que se queden

Sin embargo, la ONU ha vuelto a afirmar este jueves que no hay razón para tener miedo a un ataque  insurgente contra las organizaciones humanitarias en Pakistán y ha apostado por continuar con las tareas de asistencia a los millones de  damnificados por las inundaciones.

"En la mayoría de los países donde trabajamos existen preocupaciones  por la seguridad y hay medidas en marcha para reforzarla. Aquí ha habido  ataques deliberados en el pasado. No tenemos razón para temer que esto  ocurra durante las actividades de asistencia", ha asegurado el organismo  multilateral en un comunicado.

"Sería inhumano que nos atacasen a nosotros y a nuestro trabajo, algo  que perjudicaría a millones de personas cuyas vidas nos esforzamos en  salvar", ha subrayado la ONU.

Una fuente de los principales servicios secretos paquistaníes (ISI)  consultada por la agencia Efe ha restado trascendencia a la supuesta amenaza  alegando que la mayor parte de las zonas afectadas, salvo el conflictivo  noroeste, "no tienen un historial de atentados terroristas".

"Las agencias de seguridad y de inteligencia están en alerta y  trabajando para evitar que se registren sucesos", ha agregado.

Pero muchos analistas creen que la crisis, que ha desviado la  atención del Ejército de sus frentes militares, está sirviendo a ciertos  grupos extremistas para reorganizarse, un extremo que la fuente de  inteligencia ha evitado confirmar.

Nuevas inundaciones

Mientras, en los tercios norte y central de Pakistán, el nivel de las  aguas está descendiendo desde hace varios días, pero en las provincias  de Baluchistán (suroeste) y sobre todo de Sindh (sureste) sigue la  alerta máxima, según ha explicado un portavoz de la Autoridad  Nacional de Gestión de Desastres, Ahmad Kamal.

Más de 200.000 personas han tenido que ser evacuadas en las últimas horas en el sur de Pakistán. La OTAN ha ofrecido sus medios de transporte para llevar ayuda al país asiático.

"Se están inundando nuevas zonas llanas en las últimas horas. Estamos  evacuando a miles de personas", ha indicado Kamal, quien ha observado que las  comunicaciones se han visto gravemente afectadas entre estas dos  regiones meridionales, donde las aguas han causado daños a la  infraestructura ferroviaria.

De acuerdo con la fuente, las autoridades, a través de la ONU, están  ultimando acuerdos para recibir próximamente entre diez y quince  helicópteros de países donantes tras haber realizado un llamamiento a la  comunidad internacional.

Entre ellos, uno de España, que enviará este viernes el tercer avión cargado con 15  toneladas de material de atención sanitaria.

Se calcula que unos 800.000 damnificados, especialmente en las partes  septentrionales de Pakistán, son sólo accesibles a través del aire  debido a la masiva destrucción de carreteras y puentes.

Las peores inundaciones de los últimos 80 años, que han anegado un 20% del territorio del país, han causado la muerte desde finales  de julio de al menos 1.600 personas y han afectado a entre 15,5 y 20  millones. La comunidad internacional ha destinado hasta la fecha más de 700  millones de dólares en ayuda.