"Vamos a estar dando papillas hasta Navidades"
- La guardería de aves exóticas del Zoo de Madrid está al completo
- Los cuidadores incluso se han llevado algún ejemplar a su casa por la noche
- Todavía esperan la eclosión de casi otra decena de huevos
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La actividad de los cuidadores de aves exóticas del Zoo de Madrid durante los últimos días está siendo frenética. Tienen que proseguir con sus actividades rutinarias -con dos exhibiciones diarias- y además atender, casi exclusivamente, a todos los pollitos de las diferentes especies que han nacido reciéntemente.
La 'guardería' está casi al completo después del nacimiento de 5 guacamayos azules, 4 cacatúas galerita, 3 amazonas de frente azul, varios loris arco iris y cotorras del sol. Algunos de ellos los tienen que alimentar con jeringuilla o sonda, en función de la edad.
"Les preparamos las papillas y se las damos cada 3 ó 4 horas; como sigan naciendo polluelos vamos a estar dándolas hasta Navidades", asegura a RTVE.es Julián Sánchez, uno de los dos encargados de la sección.
Durante los primeros días los pollitos tienen que ser alimentados cada 3 ó 4 horas. "Empieza a las siete de la mañana, con la primera papilla, y terminamos a las doce de la noche", explica Sánchez. Y en las primeras semanas su dedicación a la bandada es máxima. Se llevan a los más pequeños a sus casas para seguir aliméntandoles durante la noche.
“Como los padres son primerizos no saben criar“
En muchos de estos casos, en los que los cuidadadores dan de comer a la 'bandada', es porque los padres no han podido cargar con la ceba de los polluelos. "No sabían porque son primerizos y tenemos que hacerlo nosotros. Y se nota, ¡mira qué grandes están!", expresa alegramente su cuidador. En otros casos, algunas especies los rechazan y también tienen que alimentarlos manualmente.
Se esperan más polluelos
Con otros cinco huevos en la incubadora -se espera que nazcan el 2 de septiembre- el trabajo se acumula. "No te aburres nunca, porque además cada ave es diferente, si ves los gráficos de crecimiento no tienen nada que ver unos con otros, y su carácter también es completamente distinto", señala Sánchez.
A medida que pasan las semanas los polluelos van pasando a diferentes jaulas, van teniendo contacto con el resto de la 'bandada', toman el sol y ejecutan sus primeros vuelos. A partir de ese momento comienza su participación en las exhibiciones educativas de vuelo libre que se realizan a diario en el Zoo.
Y cada uno tiene su nombre. Lúa, Elur, Obama... "nombres pegadizos para reconocerlos y diferentes para que no se equivoquen cuando los llamamos". En total, 123 aves exóticas que distinguen perfectamente y a los que atienden, en algunos casos en exclusiva, a diario. Sobre todo en esta época del año. En lugar del típico 'cerrado por vacaciones' del verano, su actividad se vuelve frenética.