El riesgo de que Vilalta y Pascual fueran ejecutados "fue muy alto"
- El mediador mauritano dice que no le consta ningún pago por el rescate
- "Rretirar las caravanas solidarias sería ceder a la amenaza terrorista"
El mauritano Mustafa Uld Limam Chafi, mediador en la liberación de los cooperantes Albert Vilalta y Roque Pascual, ha declarado a Efe que "el peor momento", fue "tras la operación franco-mauritana contra Al Qaeda" el 22 de julio, que acabó con la muerte de siete presuntos terroristas y fue organizada para intentar liberar, sin éxito, al rehén galo Michael Germaneau, ejecutado por sus captores días después. "Ese día, el riesgo de que los rehenes españoles fueran ejecutados fue muy alto", ha asegurado.
La secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, ya dijo que uno de los momentos más difíciles en los nueve meses que ha durado el secuestro de Vilalta y Pascual fue el asesinato del rehén francés. "Lo vivimos con muchísima preocupación y muchísima tensión" aseguraba en una entrevista en Radio Nacional, aunque "no se perdió la esperanza", añadió.
Chafi ha calificado de "muy difícil" el proceso por el que Vilalta y Pascual acabaron en libertad después de haber sido secuestrados junto a Alicia Gámez (liberada en marzo) el pasado 29 de noviembre en la carretera que une Nuadibú (norte de Mauritania) con Nuakchot, cuando viajaban en una caravana de la ONG Barcelona Acció Solidària.
El mediador ha indicado que "después de ver lo que le pasó a Germaneau uno no puede sino estar satisfecho del resultado del secuestro de los españoles", cuya vida se salvó, según manifestó, "después de demostrar que la acción francesa no estaba para nada relacionada con la gestión española".
"Impresionado por el coraje del Gobierno español"
La "primera lección" que se extrae del secuestro de los cooperantes es que "desde el primer día el Ejecutivo español ha hecho todo lo posible para salvar a los rehenes", ha añadido.
"Estoy impresionado por el coraje, la voluntad, la determinación y la paciencia del Gobierno", apunta el mediador, que dijo no ser consciente de que se haya pagado ningún rescate.
"Cuando se libera a rehenes surgen toda suerte de especulaciones, pero no he sido testigo de ningún pago", confesó Chafi, según el cual "siempre hay que optar por discutir políticamente" con los secuestradores. "No puedo hablar de las posibles consecuencias" de hacer lo contrario, ha añadido.
A favor de mantener las caravanas solidarias
Chafi ha declarado que no se puede ceder ante la amenaza terrorista y que por ello no deberían cesar las caravanas humanitarias en el Sahel.
"Pese a los recientes casos de secuestros, no creo que sea más peligrosa esta zona que otras. No hay que ceder a las amenazas", ha señalado en conversación telefónica desde Burkina Faso, país en donde reside habitualmente.
Chafi, asesor del presidente burkinés, Blaise Compaoré, se muestra partidario de que se mantengan las expediciones a la región, y considera que "la labor de proteger a esos ciudadanos pertenece a los gobiernos de los países en los que se hacen".
En la liberación de los dos españoles el pasado domingo tras casi nueve meses de secuestro consideró que no "fue más que un pequeño elemento a las órdenes del presidente de Burkina Faso, quien fue el verdadero actor y quien puso en marcha la estrategia".
Según coinciden la cadena árabe "Al Arabiya" y la agencia mauritana "Sahara Media", la liberación estuvo relacionada con la extradición a Mali y posterior puesta en libertad de Omar Uld Sid'Ahmed Uld Hame, conocido como Omar Saharaui y condenado a 12 años de prisión en Mauritania por su participación en el secuestro.
Finalizado el cautiverio, a Vilalta y Pascual, que llegaron a Barcelona en la madrugada del martes, y a Gámez, "a la que no hay que olvidar", Chafi los recordó como "gente muy valiente y con una moral de hierro", y les deseó solamente que en esta nueva etapa "olviden lo pasado, y disfruten con sus respectivas familias".