Los mineros hablan con sus familias por primera vez a unas horas de que empiece el rescate
- "Me preguntó por los niños" y dijo "que les mandara mucho cariño"
- El contacto con las familias mejora el estado de ánimo de los obreros
Los 33 obreros atrapados desde el 5 de agosto a 700 metros de profundidad en una mina en el norte de Chile han podido hablar por primera vez con sus familias, algo que ha mejorado sus estados de ánimo, una de las principales preocupaciones.
"Me preguntó por los niños" y dijo "que les mandara mucho cariño y muchos besos", ha dicho una de las esposas a los medios de comunicación. "Estoy feliz por escucharle", aseguraba otro de los familiares.
A primera hora de este lunes estaba previsto que comenzasen los trabajos para construir el túnel por el que pretenden sacar a los mineros al exterior, pero ha tenido que aplazarse por el retraso de la llegada del material necesario.
20 metros por día
El conducto tendrá 720 metros de longitud y 66 centímetros de diámetro y para construirlo emplearán una excavadora que, en el mejor de los casos, podrá perforar una media de 20 metros por día.
Esto prolongará el rescate entre tres y cuatro meses, un periodo largo que ha provocado algunos casos de depresión. De hecho, para poder agilizar la evacuación, se han barajado otras opciones.
Mientras tanto, los mineros hacen lo posible porque su estancia bajo tierra sea más llevadera. Según ha informado el ministro de Minería del país, acaban de mudarse a un sector más seco y profundo del yacimiento a unos 300 metros del anterior.
Además, han podido recibir camas desmontables y se les está haciendo llegar ropa, medicinas, alimentos y cartas de sus familias. Pero no es suficiente. Algunos de los mineros sufren síndrome de abstiencia por la falta de bebidas alcohólicas.
El ministro de Salud, Jaime Mañalich ha dicho que no es conveniente que una persona corte de golpe con la adicción. "Lo único que podemos hacer es enviarles vitamina B y ácido fólico", ha matizado.