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La Policía rusa detiene más de un centenar de opositores en una marcha en el centro de Moscú

  • Critican los recortes en la libertad de reunión por parte del Kremlin
  • El ex viceprimer ministro Nemtsov, entre los interceptados
  • El ayuntamiento había cerrado el lugar de la marcha y no la había autorizado

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La Policía detiene un militante opositor durante una manifestación no autorizada.
La Policía detiene un militante opositor durante una manifestación no autorizada.

Más de un centernar de opositores al régimen de Putin, entre los que se encuentran varios dirigentes de la oposición rusa, incluido el ex viceprimer ministro, Boris Nemtsov, han sido detenidos por la Policía este martes en el centro de Moscú en el transcurso de una manifestación en favor de la libertad de reunión, que denuncian que ha sido recortada por el Kremlin.

Poco después de desatarse la protesta y posterior carga, el portavoz de la Policía Víctor Biriukov adelantaba a la agencia Interfax que habían sido detenidos "unos 70 activistas de la oposición".

Al menos cinco opositores, entre ellos Nemtsov y el jefe del Partido Nacional-Bolchevique y escritor ruso, Eduard Limonov, fueron interceptados en la plaza Triumfálnaya de Moscú, donde un número importante de policías estaba desplegado para evitar la marcha, no autorizada por el ayuntamiento de Moscú.

Además, han sido detenidos otros líderes como el liberal Iliá Yashin. "Estoy detenido. Me encuentro en un furgón en la plaza Triumfálnaya. Las detenciones son muy violentas. En los furgones hay unas 20 ó 30 personas", ha señalado Yashin a la emisora de radio "Eco de Moscú".

"Libertad, libertad, libertad", gritaban los manifestantes, cuyo número ronda el millar y se concentran frente a la sala Chaikovsky, mientras la policía advertía a los opositores por altavoces de que toman parte en actividades ilícitas y les aconseja que se dispersen.

Posiciones en la plaza

La policía rusa había tomado posiciones en la plaza, donde la oposición no parlamentaria se manifiesta en defensa del artículo 31 de la Constitución que promueve la libertad de reunión el día 31 de cada mes.

Más de una veintena de autobuses con agentes, efectivos antidisturbios y policía de tráfico se desplegaron en la céntrica plaza, mientras en las inmediaciones y en las calles que conducen a las estaciones de metro más cercanas, Belorrúskaya y Púshkínskaya, se congregaban varias decenas de autobuses con tropas del Ministerio del Interior.

A mediados de mes las autoridades moscovitas anunciaron el cierre de la plaza para la construcción de un aparcamiento subterráneo de varias plantas, decisión que según los opositores persigue impedir sus mítines.

Según la agencia Interfax, que cita fuentes oficiales, unos mil efectivos de las fuerzas del orden se encargan de la seguridad en la zona.

"La policía no permitirá ningún acto que no haya sido autorizado por las autoridades municipales", ha asegurado Viacheslav Koslov, subjefe de la policía de Moscú.

El Ayuntamiento rechazó una vez más la solicitud de la oposición no parlamentaria de concentrarse en la plaza, pese a lo cual el movimiento "Solidarnost" adelantó que seguirían adelante con sus planes.

"Nos manifestaremos como siempre, aunque no tengamos permiso. Las advertencias de (el primer ministro ruso Vladímir) Putin no nos harán cambiar de planes", declaraba Marina Litvínovich, una portavoz de "Solidarnost".

Putin había advertido a la oposición no parlamentaria de que se aplicará mano dura cada vez que intenten manifestarse sin permiso.

"Es necesario recibir autorización de las autoridades locales. ¿La recibieron? Manifiéstense. Si no, no tienen derecho. Si salen a la calle cuando no tienen derecho, recibirán en la cabeza con una porra. Eso es todo", apuntó en una entrevista con el diario Kommersant.