Gadafi pide 5.000 millones anuales a la UE para evitar una "Europa negra"
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El líder libio, Muamar al Gadafi, ha abandonado Italia en medio de la polémica levantada tras su petición de 5.000 millones de euros anuales a la Unión Europea (UE) para combatir a la inmigración ilegal proveniente de África y evitar así una "Europa negra".
Gadafi, que llegó a Roma el pasado sábado para celebrar el segundo aniversario del Tratado de Amistad firmado con Italia, ha subrayado el papel de Libia como "puerta" de entrada de la "inmigración no deseada" a Europa y ha pedido la ayuda de la UE para "luchar juntos y afrontar este desafío".
Así, ha asegurado que es necesario sustentar un ejército que "combata y acabe con la inmigración" y ha pedido a la Unión Europea 5.000 millones de euros, ya que de otro modo, ha advertido, "Europa podría convertirse en África, podría pasar a ser negra".
Lo cierto es que los datos dan la razón a Gadafi. Según las estadísticas de la Comisión Europea, en 2009 el número de inmigrantes ilegales que entraron en Italia bajó a 7.300 de los más de 32.000 que lo hicieron el año anterior.
Sea por agradecimiento o por su sintonía personal, lo cierto es que la recepción del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, al líder libio se prolongó hasta las dos de la mañana y terminó con ambos entonando canciones en presencia de destacados líderes empresariales y miembros del Gobierno italiano.
¿Un 'pizzo'?
Las palabras de Gadafi han levantado numerosas críticas en Italia, entre ellas las del partido opositor Italia de los Valores (IDV), cuya diputada Silvana Mura consideró que el líder libio pide el "pizzo" -como se conoce en Italia al impuesto mafioso- a Europa si no quiere ser objeto de una "inmigración salvaje".
Su colega de partido y eurodiputado Luigi de Magistris se preguntó para qué servirían los fondos solicitados a la UE y ha comentado: "Quizá para subvencionar las masacres de inmigrantes que, expulsados en masa, son llevados a los campos de concentración libios".
Por otro lado, Angelo Bonelli, líder del partido de los Verdes, ha lamentado que Gadafi utilice "el drama de los inmigrantes, su vida y su sangre para regatear y chantajear a la Unión Europea".
Desde la Comisión Europea, su portavoz, Matthew Newman, ha preferido hacer oídos sordos a la petición de Gadafi y se ha limitado a decir que harán todo lo posible para "mejorar el diálogo con las autoridades libias, particularmente para prevenir la inmigración ilegal".
Las polémicas levantadas por la petición de 5.000 millones de euros a la UE se suman a las que se originaron por los seminarios impartidos por Gadafi durante su estancia en Roma sobre el Corán y para difundir el Islam.
Críticas del Vaticano
Unos seminarios impartidos ante varios cientos de jóvenes reclutadas por una agencia de modelos y azafatas de congresos durante los que el coronel aseguró que en Libia se respeta más a la mujer que en Occidente y que el Islam debería convertirse en la religión de Europa.
A éstos encuentros reaccionaron los seguidores del ex socio de Berlusconi y presidente de la Cámara de Diputados, Gianfranco Fini, de la fundación "Farefuturo", que afirmaron que Italia "se ha convertido en la Disneylandia" de Gadafi, mientras IDV abogó por otorgar una "condecoración horroris causa" al líder libio por "todos los horrores cometidos desde 1969", cuando llegó al poder.
Sus palabras también han indignado al Vaticano, que aunque ha guardado silencio y ni siquiera ha mencionado su visita en su diario oficial, el Osservatore Romano, uno de sus dirigentes, el secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, ha reprochado a Gadafi su "falta de delicadeza hacia el Papa e Italia, dpnde todo el mundo sabe que hay una mayoría católica".