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Obama: "Hoy no cantaré victoria en Irak"

  • El presidente de EE.UU. recibe a los soldados en Texas
  • Esta noche se dirige a la nación para certificar el fin de la guerra
  • La Casa Blanca urge a los políticos iraquíes a formar Gobierno
  • Consulta nuestro gráfico interactivo sobre los siete años de guerra

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Barack Obama: 'No vamos a cantar victoria, todavía queda mucho trabajo por hacer'

"Voy a dirigir un discurso a la nación esta noche. No será un canto de victoria, no será una autofelicitación.  Tenemos aún mucho trabajo para hacer que Irak sea un verdadero socio".

Con estas palabras ante un grupo de soldados que acaban de volver de Irak, en Fort Blix (Texas), el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha querido tomar distancias con su antecesor, George W. Bush, y huir de cualquier tipo de expresión de "Misión Cumplida" en Irak en el día en que anunciará el fin de la misión de combate en Irak.

Obama, que se dirigirá a los estadounidenses en el segundo discurso en directo en horario de máxima audiencia de su mandato (a las 20:00 hora local, 02:00 hora peninsular española), ha querido recibir personalmente en Estados Unidos a los últimos soldados procedentes del país asiático, donde aún quedan 50.000 militares a partir de este miércoles.

Sus palabras son muy parecidas a las que antes ha pronunciado el secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, que ha confesado que no puede decir "que todo va bien en Irak, que todo va ir necesariamente bien" pese a los "grandes progresos" logrados en los últimos años en materia de seguridad.

En un discurso en Milwakee ante otros efectivos que vienen de Irak, Gates ha subrayado que "la hora del desifle triunfal y de la autosatisfacción aún no ha llegado".

"Urgencia" para forma Gobierno

"Las últimas elecciones aún deben dar lugar a la formación de un gobierno de coalición. Existe tensiones interconfesionales. Al Qaeda está abatida pero no se ha marchado", ha detallado.

De todos estos problemas, el que más urge a la Casa Blanca es el de la formación de Gobierno y por eso ha pedido a los políticos iraquíes que formen "con un sentido de urgencia" un nuevo ejecutivo.

"Hemos hecho un llamamiento a los dirigentes a progresar con un sentido de urgencia en la formación de Gobierno", ha declarado el consejero adjunto de Obama para la seguridad nacional, Ben Rhodes, a bordo del Air Force One que transportó a la base tejana.

Casi seis meses después de las elecciones legislativas, Irak sigue sin tener nuevo Gobierno al estar estancadas las negociaciones entre las diferentes partes.

"Pensamos que en ese Gobierno debería ser incluyente y representar el resultado de las elecciones democráticas que se han producido", ha añadido Rhodes, que considera que los iraquíes "hacen progresos hacia ese objetivo".

En este sentido, el vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, se ha reunido con el primer ministro saliente, Nuri Al Maliki, y con el ganador de las elecciones de marzo y ex primer ministro, Iyad Allawi, para tratar de convencerles para que lleguen a un acuerdo para formar Gobierno.

Los iraquíes tienen miedo de que a medida que vaya limitándose la presencia de soldados estadounidenses, aumente la violencia ante la incapacidad de los políticos para ponerse de acuerdo y dejar de un lado los enfrentamientos sectarios.

Temor al vacío de poder

La parálisis política ha aumentado la virulencia de los ataques de los insurgentes, lo que puede minar la fe en las fuerzas de seguridad

El ministro de Exteriores iraquí, Hoshiyar Zebari, ha advertido a los vecinos de Irak que no deben intervenir en el acuerdo de su país con EE.UU. para marcharse en diciembre de 2011 de manera definitiva.

"Les hemos advertido a todos ellos de que no habrá ningún vacío y si hubiese un vacío, los únicos que podría cubrir ese vacío serían los propios iraquíes", ha subrayado.

Fuentes de Estados Unidos consideran que Washington tiene un compromiso a largo plazo en Irak y que la retirada militar permitirá a los diplomáticos estadounidenses tomar el mando para construir lazos económicos, culturales y educativos con el país, pero para eso es necesario que haya un nuevo Gobierno fuerte y fiable.

Aunque la violencia sectaria ha descendido desde el periodo sangriento de 2006 y 2007, las elecciones han mostrado que existen roces étnicos que pueden hacer que renazca la violencia.

Allawi, chií pero de raíces seculares, venció por la mínima gracias al apoyo de los suníes, que acudieron a las urnas tras boicotear las anteriores elecciones y cuya incorporación al proceso político se antoja fundamental para la normalización del país.

Mientras, ante el vacío de poder supuestos insurgentes suníes relacionados con Al Qaeda han aprovechado la situación para una serie de ataques terroristas previos al fin de las operaciones de combate de EE.UU..

Los políticos iraquíes temen que en esta situación los países del entorno traten de influir favoreciendo a sus grupos religosos mayoritarios, que en el caso de Irán serían los chiiíes y en el de otros vecinos árabes como Siria, Turquía y Arabia Saudí serían los suníes.