Sólo las abejas pueden con la 'flor del dragoncillo'
- Son los únicos insectos que pueden polinizar esta flor mediterránea
- Es conocida como la 'más hermética del mundo' por su forma de tubo
- Las plantas son muy dependientes de las abejas, sin ellas se extinguirían
Sólo las abejas son capaces de acceder al néctar y al polen de la flor más hermética del mundo, la flor del dragoncillo o 'Antirrihum'. La forma de tubo de esta planta y su corola en forma de caja son innacesibles para el resto de insectos.
Es lo que ha demostrado un estudio de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científcas (CSIC) tras hacer múltiples fotografías y grabar en vídeo a las abejas cuando visitaban las plantas.
Exiten, según el estudio, cuatro especies de abejas -de las 1.000 presentes en España- capaces de fecundar de manera significativa las tres especies de dragoncillos que se han estudiado de las 23 presentes en la Península Ibérica. 17 son endémicas y 8 se encuentran en peligro de extinción
"Su dependencia de las abejas es tal que sin ellas la mayor parte de las especies de 'Antirrihum' se extinguirían", explica Pablo Vargas, investigador del Real Jardín Botánico de Madrid y uno de los autores del estudio que se ha publicado en la revista 'Journal of Natural History'.
“Sin las abejas, morirían“
Según Vargas, la investigación demuestra la estrecha relación entre las flores cerradas de los dragoncillos y la especificidad de sus polinizadores. "Ahora queda por estudiar si el elevado número de dragoncillos amenazados se encuentran en esta situación de peligro por la ausencia de abejas polinizadoras en su área de distribución", destaca.