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EE.UU. arranca su nueva misión en Irak y deja en manos de la historia el juicio sobre su invasión

  • Gates reconoce que aún tiene que comprobarse que la guerra mereció la pena
  • Biden inaugura la Operación Nuevo Amanecer pidiendo un nuevo Gobierno

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Estados Unidos ha iniciado una nueva era en sus relaciones con Irak al poner en marcha este 1 de septiembre la operación Nuevo Amanecer mientras ha dejado en manos de la historia el juicio de si los siete años y medio de misión de combate merecieron la pena.

"La invasión requiere una perspectiva histórica", ha reconocido el secretario de Defensa, Robert Gates, en una visita a las tropas estadounidenses asentadas en Ramadi, en la provincia occidental de Anbar, antes de acudir a la ceremonia que ha marcado el fin de la Operación Libertad Duradera.

"El problema de esta guerra para todos los americanos es que las razones que se dieron para justificarlas se verificó que eran falsas", ha reconocido ante prefuntas de los periodistas Gates, que fue responsable de Defensa también la última Administración Bush,

Por otro lado, Gates considera que si la invasión ha servido para que Irak se convierta en una democracia y juegue un papel constructivo, podría tener un impacto significativo como modelo en Oriente Medio.

"Cómo todos estos elementos se equilibren en la balance aún tiene que verse", ha añadido.

En todo caso, lo que sí tiene claro Gates tras el discurso dado este martes por el presidente de EE.UU., Barack Obama, es que la guerra como tal ha terminado.

El fin de la guerra

"Las operaciones de combate han cesado. Aún tenemos que trabajar con los iraquíes en la lucha contra el terrorismo y aún estamos haciendo gran cantidad de entrenamiento, así que diría que estamos moviéndonos ante la fase final de nuestro compromiso con Irak", ha subrayado.

Esa fase final se llama paradójicamente Operación Nuevo Amanecer y ha sido abierta oficialmente por el vicepresidente de EE.UU., Joseph Biden, en una ceremonia en Bagdad.

"La Operación Libertad Iraquí se ha terminado pero el compromiso de Estados Unidos con Irak continuará con la misión que comienza hoy, la Operación Nuevo Amanecer", ha afirmado el vicepresidente estadounidense durante una ceremonia militar que celebra este miércoles el Ejército de EE.UU. en Bagdad para marcar el fin de las operaciones de combate.

"EE.UU. ha terminado las misiones de combate y las tropas iraquíes han tomado el control de la seguridad del país", ha proclamado Biden en el acto, celebrado en un antiguo palacio del ex dictador Sadam Husein.

Asimismo, Biden ha subrayado que "esta ceremonia no sólo supone un cambio de mando, sino el comienzo de un nuevo capítulo en las relaciones con Irak".

Formar gobierno

Tras explicar que las menos de 50.000 tropas norteamericanas que quedan en el país ya no estarán en misiones de combate, Biden ha apuntado que se dedicarán a la reconstrucción de Irak.

"Nuestro objetivo no es sólo lograr la seguridad de Irak y su prosperidad económica y estabilidad, sino que esperamos desarrollar los lazos comerciales, culturales y educativos", ha declarado Biden en el cuartel estadounidense Camp Victoria.

Asimismo, ha destacado que los logros del Ejército no "habrían sido posibles sin los sacrificios" de los soldados estadounidense, y ha recordado el compromiso de su país con la retirada de todas las tropas a finales de 2011.

Además, el vicepresidente de EE.UU. ha asegurado que, tras entrevistarse con varios líderes políticos del país, considera que los iraquíes no tardarán en formar gobierno.

"He hablado con todos los grandes líderes y todos los grupos y estoy convencido de que están muy cercar de llegar a un acuerdo para formar un gobierno que representará el resultado de las elecciones", ha señalado el vicepresidente de EE.UU. en un programa de la cadena CBS.

En la ceremonia, Biden ha reconocido que no es su responsabilidad decirle a los iraquíes cómo tienen que gobernarse pero ha vuelto a apremiar a sus dirigentes a que formen gobierno lo antes posible tras seis meses de parálisis.

Menos de 50.000 soldados seguirán en Irak

El actual comandante de las fuerzas de EE.UU. en Irak, Ray Odierno, ha traspasado las responsabilidades a Lloyd Austin, que será el responsable de los menos de 50.000 soldados que permanecerán en Irak hasta su retirada total, prevista para finales de 2011.

Según un comunicado del ministerio de Exteriores iraquí, "hoy Estados Unidos completa la retirada de sus tropas de combate, según el pacto entre Irak y EE.UU. firmado el 17 de agosto de 2008 que estipula la retirada del Ejército norteamericano y regula su presencia temporal en país".

La nota insiste en que esta retirada ha sido posible gracias a la capacitación de las fuerzas iraquíes y la imposición de la seguridad en todo el territorio nacional, una idea que ya subrayó este martes el primer ministro saliente iraquí, Nuri al Maliki, en un discurso a la nación.

Sin embargo, el comunicado no cierra las puertas a posibles intervenciones militares estadounidenses y subraya que la retirada no implica que Estados Unidos renuncia a las responsabilidades contraídas con Irak, recogidas en el artículo 27 del acuerdo, según el cual deben ayudar a Irak ante cualquier peligro o agresión interior o exterior que viole su soberanía o independencia política.