El Gobierno alemán aprueba el nuevo impuesto a los pasajeros aéreos
- El objetivo es recaudar mil millones de euros al año para reducir el déficit
- Gravará con 45 euros a los pasajeros de larga distancia
El Gobierno alemán ha aprobado de forma definitiva el nuevo impuesto sobre los pasajeros aéreos que tiene como objetivo recaudar mil millones de euros al año como parte del plan de austeridad para reducir el déficit estatal.
El impuesto, que comenzará a aplicarse en 2011, gravará con 45 euros por pasajero a los viajeros de larga distancia, con ocho euros a los de corto radio y con 25 euros a los de medio radio, según el ministro de Finanzas, Wolfgang Schaeuble.
Los servicios de transferencia o interconexión de vuelos no tendrían cargas extras, mientras que los vuelos de carga no quedarán afectados por el nuevo impuesto.
Las aerolíneas alertan de que destruirá empleo
La implantación de este tributo fue anunciada el pasado mes de abril y las aerolíneas advirtieron de que la demanda podría verse severamente afectada por el anuncio de subida de tarifas, hasta el punto que señalaron que la industria podría perder cerca de 10.000 empleos.
De hecho, las aerolíneas alemanas esperan perder cerca de siete millones de pasajeros a consecuencia del impuesto y aseguran que el tributo podría generar menos ingresos de los que han previsto a consecuencia de este descenso de la demanda.
Además, las asociaciones de aerolíneas han criticado que el nuevo tributo penalizará más a unas aerolíneas que a otras. Mientras que a Lufthansa, el nuevo impuesto le afectaría de manera menos dramática debido a que mantiene una gran cuota de interconexión de vuelos y unos márgenes de beneficio mayores.
A los que podría perjudicar en mayor medida son las aerolíneas low cost y de los aeropuertos que tengan mayor tráfico en aerolíneas de bajo coste, como Colonia-Bonn.