Israelíes y palestinos mantienen su disposición negociadora pese al ataque
- Abás y Nethayahu han condenado el ataque contra los colonos israelíes
- Se han reunido por seprado con Hilary Clinton
Los mandatarios israelíes y palestinos han condenado este miércoles el ataque en el que murieron cuatro colonos israelíes y se comprometieron a que el incidente no perturbe las conversaciones de paz en Washington.
Tanto el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, como el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, han iniciado en Washington su agenda de trabajo, al reunirse por separado con la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, para preparar los encuentros del miércoles y el jueves.
Estos trabajos preparatorios se vieron perturbados por el ataque en el que murieron cuatro colonos israelíes, del que se han responsabilizado tanto la milicia del movimiento nacionalista Al Fatah, que lidera Abás, como la del movimiento islamista Hamás, que rechaza las conversaciones.
No obstante, el atentado no parece amenazar las negociaciones, según ha dicho a EFE el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores israelí, Yigal Palmor, que ha subrayado la disposición de su delegación a proseguir con las conversaciones.
También Abás ha condenado el ataque que, según ha dicho, solo busca perturbar el proceso político.
La Casa Blanca, por su parte, también ha pedido a los líderes que "perseveren" en su búsqueda de la paz, pese al incidente.
Negociaciones directas
El inicio de las conversaciones directas se anunció el 20 de agosto, tras siete rondas de diálogo indirecto iniciado el 9 de mayo con la medicación del enviado especial de EEUU para Oriente Medio, George Mitchell.
El objetivo de las negociaciones es formalizar un acuerdo de paz en el plazo de un año y conseguir la creación de un estado palestino.
Previo a las reuniones del jueves, Clinton se ha reunido con Abás y Netanyahu, así como con los ministros de exteriores de Egipto, Ahmed Abul Gheil, y de Jorndania, Naser Yudeh, y el representante del Cuarteto para Oriente Medio, Tony Blair.
La intención de estas reuniones es aclarar las expectativas de los participantes, según dijo el Departamento de Estado, Philip Crowley y conseguir un compromiso total con el proceso.
"No sólo queremos ver el éxito del relanzamiento (de las conversaciones) mañana, sino un compromiso de que, más allá, los líderes se van a reunir a menudo", señaló.
El miércoles, Abás y Netanyahu se reunirán también por separado con Obama, antes de participar en una cena en la Casa Blanca en la que también estarán el rey Abdalá II de Jordania, el presidente Egipcio, Hosni Mubarak y Tony Blair.
Invitados a las negociaciones
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha invitado a Washington al presidente egipcio, Hosni Mubarak, y al rey de Jordania, los dos únicos países árabes que tienen firmados acuerdos de paz con Israel, por su "papel crítico" en el esfuerzo conjunto de llevar la paz a Oriente Medio, algo que se interpreta como un gesto ara que intercedan con los países árabes para que apoyen este nuevo intento de paz.
Obama tendrá la oportunidad de "preparar el escenario" para las conversaciones del jueves y expresar su apoyo personal a las negociaciones que liderará Clinton, al día siguiente, ha señalado el viceconsejero de Seguridad Nacional, Ben Rhodes.
Según Rhodes, Obama quiere reunirse por separado con los líderes para discutir las expectativas de lo que se puede lograr y resaltará "la importancia de una paz exhaustiva en Oriente Medio para el interés de todos", mientras que la cena servirá para crear un clima de "confianza" entre los diferentes líderes.
Sobre la mesa, uno de los primeros asuntos que marcarán estas negociaciones será la extensión de la moratoria de diez meses que dictó el Gobierno israelí para congelar la construcción de asentamientos judíos en Cisjordania y que vence el 26 de septiembre.
Por su parte, los palestinos han advertido de que sin una nueva prórroga el proceso de paz se verá amenazado.
Más allá de los asentamientos ambas partes tendrán que enfrentarse a un amplio abanico de temas que quedan pendientes como las fronteras del futuro estado palestino, la capitalidad de Jerusalén, los asentamientos, los refugiados palestinos y el agua.
Historial de fracasos
Hace una década, el presidente Clinton estuvo a punto de cerrar un acuerdo con el entonces líder de la ANP, Yaser Arafat, y el primer ministro Barak, pero las diferencias sobre el estatus de Jerusalén las hizo fracasar tras dos semanas encerrados en Camp David.
Poco después estallaba la Segunda Intifada y el proceso se estancó hasta el nacimiento del Cuarteto en 2003, que estableció una hoja de ruta para la paz que incluía que los palestinos rechazasen la violencia y que los israelíes parasen los asentamientos.
Entonces se establecía una nueva fecha para un acuerdo permanente para finales de 2005.
La oportunidad llegó en la llamada Conferencia de Annapolis, donde Bush consiguió que Abás y el entonces primer ministro israelí Olmert lanzasen formalmente una nueva ronda de conversaciones de paz, que llevó incluso a pintar en un mapa la solución de dos estados.
Pero entonces llegó diciembre de 2008, los escándalos de Olmert y la guerra de Gaza y de nuevo la esperanza de paz murió con los mismos temas de en la agenda: asentamientos judíos, vuelta de refugiados palestinos, nuevas mapas de fronteras, desmilitarización del eventual estado palestino y siempre, el último gran obstáculo, Jerusalén Este.